REVENGA: Sexta parte....

Sexta parte.
Cacera. Si alguien ha luchado y lo sigue haciendo para recuperarla, es esta Junta Vecinal. Todo el papel y actuaciones que ha generado este tema está a disposición de quien quiera verlo (no lo hará, si ello le obliga a desmontar la realidad virtual en la que está sumido). Pero la verdadera realidad es que el bombeo se ha hecho para garantizar el suministro de agua a Revenga, a pesar de grandes sequías. Los sedimentos en el agua están ahora y también estaban antes: fueron uno de los argumentos que impulsaron la construcción del bombeo. ¿Volver a poner en servicio la cacera? Se hace cuando el pantano rebosa. Cuando no es así, sería un crimen derramar entre un 70 y un 80 % del agua que deriva a través de las roturas que hay en su primer tramo, unos 1.500 m aproximadamente. Solución obvia: arreglar ese tramo. La última petición que hemos hecho es que se incluya su arreglo como prioritario en el próximo Plan E. Hay buenas perspectivas, pero desde las competencias que tenemos no podemos asegurar nada en estos momentos. Y eso sin contar con las pegas que pueda poner Patrimonio (JCyL), pues hay que actuar sobre un tramo de gran interés histórico y arqueológico (construcción romana). ¿Que cada vez que hay alguna avería en el bombeo se produce el enfado de todos los afectados? Lógico y natural. Igual ha ocurrido cuando funcionaba la cacera cuando, por cierto, las veces que había problemas superaban en mucho a las actuales. Pero no se olvide que se procede rápidamente a la solución del problema, excepto, claro está, cuando un acto terrorista (así se califican las actuaciones que atentan contra los suministros de agua a las poblaciones) provocó la destrucción de los enlaces radioeléctricos que gobiernan el bombeo y, por efecto inducido, la rotura de una tubería principal de abastecimiento que cruza la carretera, debajo de la propia carretera. Quien hizo esto ¿es de los que quieren mucho al pueblo? ¿O quizás pretendía fomentar el enfado de la gente para favorecer sus fines inconfesables? Que no lo duden, se acabará sabiendo quiénes fueron los autores y se les aplicará ley.
Piscina. Los que tantas opiniones negativas vierten sobre este asunto saben perfectamente que en año 2006 había un presupuesto del Ayuntamiento de Segovia para su arreglo. Pero, tras hacer un estudio geotécnico llegaron a la conclusión de que la piscina era irrecuperable porque estaba rodeada de agua procedente de filtraciones procedentes de fugas de la propia piscina y del terreno circundante; determinaron que no era posible su arreglo. Pero en una reunión no exenta de tensión que se celebró en el salón del Ayuntamiento y a la que asistió el Alcalde de Segovia, éste optó por transferirnos el fondo que estaba destinado para el arreglo, con estas palabras: “José Luis, si quieres tirar treinta millones de pesetas tú sabrás lo que haces; nosotros creemos que no se puede arreglar”.
La Junta Vecinal aceptó el reto. Con lo que nos dieron, y bastante más que hemos ido poniendo de nuestros propios presupuestos, hemos conseguido reabrir la piscina, ya por tercera temporada consecutiva. La piscina tenía múltiples fallos: por supuesto. La mayoría fueron corregidos en la obra inicial y los demás poco a poco, conforme dan la cara; algo propio de una instalación antigua y que no ha tenido precisamente un buen mantenimiento. Pero, fundamentalmente, la gente disfruta en ella. Y esa gente, en su gran mayoría, es del pueblo. Problemas menores como el mantenimiento del césped, el rebose que inundaba la zona del chiringuito, la fabricación de sombrillas, etc. se han solucionado (no gratis, por supuesto), y otros que están detectados quedan para antes de que se reabra el próximo año. Y, por supuesto, hemos constatado que la idea de construir el chiringuito fue muy buena y los resultados están siendo excelentes, desde la perspectiva de servicio a la gente del pueblo, bañistas o no.
Y lo más sangrante: este verano, por fin, hemos averiguado la verdadera razón de los males de la piscina. No tiene grietas por la que se fugue el agua (al acabar la temporada la vaciamos hasta un nivel y de él no se ha movido). Tampoco hay ya agua en el terreno circundante, pero sí la había (y mucha) cuando se hizo el estudio geotécnico y la ha seguido habiendo hasta este último mes de julio. ¿Milagro? Puede que así tengamos que calificar el hecho de que cuando el Ayuntamiento de Segovia decidió cambiar la línea de abastecimiento a un vecino de la Carreterina de Burgos que antes se surtía de una tubería de gran diámetro que atravesaba la piscina y una finca contigua, al anular esta tubería ha desaparecido el problema de la inundación del cuarto de la depuradora (ocurría frecuentemente, lo que nos ha obligado en dos ocasiones a bobinar el motor principal, con el consiguiente gasto y que en el año 2007 sólo se pudiera abrir un mes), el terreno ha dejado de tener agua y el rezume permanente que se veía detrás del frontón ha desaparecido. ¿Razón? La tubería había sido perforada dentro de una finca particular y, cada vez con más intensidad, el agua no se embalsaba y buscaba salida a través de los tubos que se habían anulado cuando se hizo la obra. Ahora, “milagrosamente”, ha desaparecido el problema.