Décima parte.
Como resumen final, diré que el grupo que pretende erigirse como ordenante de lo que se debe hacer en el pueblo está formado por unas 35 personas, muy generosamente contadas (según ellos, mucho más defensores del pueblo que el resto, hasta 566 empadronados o 421 con derecho a voto). Les unen circunstancias ya expuestas como apropiaciones indebidas, utilización de terrenos públicos para arrojar escombros u otros restos, incumplimiento reiterativo de normas y leyes, …, a los que se añade quien cree que su calle debió arreglarse prioritariamente a la plaza donde está la escuela, quien piensa que el Alcalde Pedáneo es malísimo porque no le da inmediatamente un terreno que reclama y a cambio le orienta sobre los pasos que debe dar y sobre los organismos a los que debe dirigirse, quien no olvida que el Alcalde Pedáneo no le promovió para realizar la primera obra que se hizo en el pueblo y no le dio dos millones de pesetas que pedía más, aparte de lo que estipulaba la Diputación, el día anterior a la expiración del plazo de adjudicación; si no se realizaba la adjudicación, la obra se perdía (si no hubiera intervenido diligentemente el Ayuntamiento de Segovia, el parque de la plaza del Sexmo de San Millán no existiría, para regocijo de quienes preferían un barrizal maloliente, sembrado de peyotes y visitado únicamente por vacas y usuarios de drogas alucinógenas), y quienes no iban solos, pues les acompañaban unas respetables dosis etílicas que hablaban por ellos … De todos ellos, como mucho 10 juegan ocasionalmente al frontón; pero claro, se consideran con derecho a ordenar qué debe hacerse en el pueblo. La Junta Vecinal no sirve.
Por último, aclarar que Revenga no es Ayuntamiento independiente, como sin embargo lo son otros pueblos más pequeños. Perdió esa condición en 1971; en años difíciles, pero fue apoyada la anexión a Segovia por alguno de los más mayores que ahora están en “el grupo”. Los Ayuntamientos democráticos que se sucedieron consiguieron que en 1983 dejara de ser barrio incorporado de Segovia y se convirtiera en Entidad Local Menor. Esta figura administrativa dista mucho de la que corresponde a un pueblo independiente, como lo fue desde su fundación, allá por el siglo XIII. Los sucesivos recursos interpuestos ante la Junta y el TSJ de CyL nos lo han denegado y estamos a la espera de un recurso de casación interpuesto ante el Tribunal Supremo. Si la denegación se confirmase, no queda más solución que alcanzar los 1.000 habitantes empadronados (ahora somos 566, datos de octubre). Con esta población, la Ley de Régimen Local de Castilla y León sí permite la segregación.
Mientras que esto pueda llegar, la realidad es que tenemos una enorme dependencia de Segovia. Entre una postura de continuo enfrentamiento, ladridos y rebuznos o la de unas relaciones cordiales que propicien la cobertura de las muchas necesidades que tenemos, elegimos la segunda, sin dudar. Y este planteamiento vale sea cual sea el color político que circunstancialmente tengan el Ayuntamiento de Segovia y el de Revenga. No en vano, consideramos como el mayor logro en estos seis años la firma del Convenio con el Ayuntamiento de Segovia que nos garantiza unas aportaciones económicas para atender a nuestras necesidades más básicas, por encima de partidos políticos que en cada momento rijan los destinos de las poblaciones, y nos transfieren unas competencias que nos permiten gestionar algunos ámbitos. Sin el Convenio, el conflicto del frontón no se habría producido: el dueño del edificio habría puesto sus normas y punto. Y no habría ninguna queja sobre la piscina: simplemente, estaría cerrada o ya habría sido desmontada.
Recurriendo a la sabiduría del refranero castellano, decimos: “Manos que nunca dais, ¿qué esperáis?” O “Mal perro es el que muerde la mano del que le da el pan”. Creemos firmemente, y la experiencia de todos estos años nos dice que no estamos equivocados, que Revenga obtiene así mucho más beneficio que con planteamientos batasuneros: ¡Queremos la independencia, atentemos contra las propiedades del Alcalde y de los Concejales, persigámosles por el campo para que cojan miedo, manejemos a la población (y como adultos hay muy pocos que nos apoyen, utilicemos a los niños), atentemos contra el depósito para que Revenga se quede sin agua y le echen la culpa al Alcalde, … ¡.
Sinceramente, creo que Revenga es una ensalada con muy buenos ingredientes, pero en la que alguien se pasó en el vinagre. Tirar la ensalada es una pena ¿qué culpa tienen el tomate, la lechuga, el huevo duro o el pimiento, si son de la mejor calidad?. La única solución es incrementar la cantidad de los buenos ingredientes hasta que el vinagre quede diluido al máximo y no se note. Han venido nuevos vecinos en los últimos años, cada cual con su pensamiento, intereses, ideas políticas, etc. Pero la inmensa mayoría son personas normales, decentes, que quieren cosas buenas para la población en la que ahora viven. Y bastantes se han decidido a colaborar para conseguirlo en distintos ámbitos (Junta Vecinal, Asociación de Vecinos, AMPA, etc.)
¡Aviso! No volveré a entrar en este foro, ni leeré lo que puedan seguir poniendo. Quien quiera vernos, a mi o a cualquier miembro de la Junta Vecinal, sabe cuándo y dónde puede contactar con nosotros. Y mi felicitación al 94 % de la población, que sabe estar en su sitio y quiere que su pueblo prospere.
Como resumen final, diré que el grupo que pretende erigirse como ordenante de lo que se debe hacer en el pueblo está formado por unas 35 personas, muy generosamente contadas (según ellos, mucho más defensores del pueblo que el resto, hasta 566 empadronados o 421 con derecho a voto). Les unen circunstancias ya expuestas como apropiaciones indebidas, utilización de terrenos públicos para arrojar escombros u otros restos, incumplimiento reiterativo de normas y leyes, …, a los que se añade quien cree que su calle debió arreglarse prioritariamente a la plaza donde está la escuela, quien piensa que el Alcalde Pedáneo es malísimo porque no le da inmediatamente un terreno que reclama y a cambio le orienta sobre los pasos que debe dar y sobre los organismos a los que debe dirigirse, quien no olvida que el Alcalde Pedáneo no le promovió para realizar la primera obra que se hizo en el pueblo y no le dio dos millones de pesetas que pedía más, aparte de lo que estipulaba la Diputación, el día anterior a la expiración del plazo de adjudicación; si no se realizaba la adjudicación, la obra se perdía (si no hubiera intervenido diligentemente el Ayuntamiento de Segovia, el parque de la plaza del Sexmo de San Millán no existiría, para regocijo de quienes preferían un barrizal maloliente, sembrado de peyotes y visitado únicamente por vacas y usuarios de drogas alucinógenas), y quienes no iban solos, pues les acompañaban unas respetables dosis etílicas que hablaban por ellos … De todos ellos, como mucho 10 juegan ocasionalmente al frontón; pero claro, se consideran con derecho a ordenar qué debe hacerse en el pueblo. La Junta Vecinal no sirve.
Por último, aclarar que Revenga no es Ayuntamiento independiente, como sin embargo lo son otros pueblos más pequeños. Perdió esa condición en 1971; en años difíciles, pero fue apoyada la anexión a Segovia por alguno de los más mayores que ahora están en “el grupo”. Los Ayuntamientos democráticos que se sucedieron consiguieron que en 1983 dejara de ser barrio incorporado de Segovia y se convirtiera en Entidad Local Menor. Esta figura administrativa dista mucho de la que corresponde a un pueblo independiente, como lo fue desde su fundación, allá por el siglo XIII. Los sucesivos recursos interpuestos ante la Junta y el TSJ de CyL nos lo han denegado y estamos a la espera de un recurso de casación interpuesto ante el Tribunal Supremo. Si la denegación se confirmase, no queda más solución que alcanzar los 1.000 habitantes empadronados (ahora somos 566, datos de octubre). Con esta población, la Ley de Régimen Local de Castilla y León sí permite la segregación.
Mientras que esto pueda llegar, la realidad es que tenemos una enorme dependencia de Segovia. Entre una postura de continuo enfrentamiento, ladridos y rebuznos o la de unas relaciones cordiales que propicien la cobertura de las muchas necesidades que tenemos, elegimos la segunda, sin dudar. Y este planteamiento vale sea cual sea el color político que circunstancialmente tengan el Ayuntamiento de Segovia y el de Revenga. No en vano, consideramos como el mayor logro en estos seis años la firma del Convenio con el Ayuntamiento de Segovia que nos garantiza unas aportaciones económicas para atender a nuestras necesidades más básicas, por encima de partidos políticos que en cada momento rijan los destinos de las poblaciones, y nos transfieren unas competencias que nos permiten gestionar algunos ámbitos. Sin el Convenio, el conflicto del frontón no se habría producido: el dueño del edificio habría puesto sus normas y punto. Y no habría ninguna queja sobre la piscina: simplemente, estaría cerrada o ya habría sido desmontada.
Recurriendo a la sabiduría del refranero castellano, decimos: “Manos que nunca dais, ¿qué esperáis?” O “Mal perro es el que muerde la mano del que le da el pan”. Creemos firmemente, y la experiencia de todos estos años nos dice que no estamos equivocados, que Revenga obtiene así mucho más beneficio que con planteamientos batasuneros: ¡Queremos la independencia, atentemos contra las propiedades del Alcalde y de los Concejales, persigámosles por el campo para que cojan miedo, manejemos a la población (y como adultos hay muy pocos que nos apoyen, utilicemos a los niños), atentemos contra el depósito para que Revenga se quede sin agua y le echen la culpa al Alcalde, … ¡.
Sinceramente, creo que Revenga es una ensalada con muy buenos ingredientes, pero en la que alguien se pasó en el vinagre. Tirar la ensalada es una pena ¿qué culpa tienen el tomate, la lechuga, el huevo duro o el pimiento, si son de la mejor calidad?. La única solución es incrementar la cantidad de los buenos ingredientes hasta que el vinagre quede diluido al máximo y no se note. Han venido nuevos vecinos en los últimos años, cada cual con su pensamiento, intereses, ideas políticas, etc. Pero la inmensa mayoría son personas normales, decentes, que quieren cosas buenas para la población en la que ahora viven. Y bastantes se han decidido a colaborar para conseguirlo en distintos ámbitos (Junta Vecinal, Asociación de Vecinos, AMPA, etc.)
¡Aviso! No volveré a entrar en este foro, ni leeré lo que puedan seguir poniendo. Quien quiera vernos, a mi o a cualquier miembro de la Junta Vecinal, sabe cuándo y dónde puede contactar con nosotros. Y mi felicitación al 94 % de la población, que sabe estar en su sitio y quiere que su pueblo prospere.