El señor alcalde dice "Estas personas no merecen que les dedique un minuto de mi tiempo, porque sus actitudes, propósitos y actuaciones (ideas no, que no tienen ninguna) no van a cambiar". Vaya, lo dice claramente, él dedica su tiempo de forma arbitraria a quién él considera. Yo tenía entendido, quizá me equivoque, que un alcalde debe atender y dedicar su tiempo a toda persona del pueblo que lo requiera. Vamos, que no todas las personas del pueblo somos (imagino que según él estaré incluida en este grupo) merecedoras de su tiempo, ¡increíble! Pero bueno, es un paso, ya va reconociendo algunas cosas de cómo gobierna.