REVENGA: Una vez adjudicada, la obra se ejecuta, dentro de los...

Una vez adjudicada, la obra se ejecuta, dentro de los plazos establecidos. La obra de las calles Costanilla y San Roque debe estar concluida antes del 10 de octubre de 2011. La próxima Corporación será quien tenga el honor de proceder a su inauguración.
Todo este proceso es supervisado continua y regularmente por los técnicos del Ayuntamiento de Segovia. Nuestra labor se reduce a comprobar cómo se avanza y a sugerir pequeñas alteraciones, casi siempre razonables, que unas veces ejecutan directamente la empresa concesionaria y otras veces son los técnicos municipales los que las recogen, incorporándolas al proyecto y, en su caso, haciendo modificaciones del mismo.
Si estas alteraciones suponen un gran costo no se tienen en cuenta y se dejan para otros proyectos posteriores. Por ejemplo, aunque no es una obra de Planes Provinciales, es del plan. ES, la renovación del saneamiento en la calle de la Iglesia y plaza del Sexmo de San Millán puede que requiera también la renovación de la red que pasa bajo el parque. Así lo pensamos, por las informaciones que nos han transmitido los vecinos y porque las frecuentes inundaciones que se producían no se pueden explicar únicamente por el mal estado de la red previa. Se ha limpiado esta tubería y, en función de lo que ocurra en el futuro, se deducirá si es necesaria esta renovación o no. En caso positivo, habrá que acometer esta obra. Otra tarea más para la próxima Corporación. Pueden aprovechar los escritos que ya hemos enviado solicitándolo.
Otras veces, es tan evidente la necesidad o conveniencia de incorporar nuestras sugerencias que se aceptan y se llevan a la práctica. Pero como el coste global del proyecto no puede cambiar, la solución es prescindir de alguna parte fácilmente subsanable en el futuro a cambio de admitir y costear esa modificación. Es lo que ocurrió en la calle Luciana Villagroy: la eliminación de la roca no estaba prevista. Para quitarla hubo que anular las partidas correspondientes al asfaltado superficial y a las farolas. Esta última ya se está solucionando y el asfaltado acabará llegando. Pero si se deja la roca, sólo el advenimiento de una época de bonanza económica en el Ayuntamiento hubiera permitido plantearse el quitarla. Es decir, nunca. A propósito, gracias a la generosa colaboración y la comprensión de algunos vecinos, de esos “venidos de fuera”, que en una semana hacen más por el pueblo que otros en toda su vida, cuyas raíces en el pueblo tienen mucho más solera que las de los salvadores que aparecen ahora, pudo aminorarse el coste de la modificación.
En el parque se incluyó el pilón, que no estaba previsto. Pero no supuso mermas en el resto de la obra, porque entonces surgió la oportunidad de incorporar de forma inmediata el dinero de una partida no gastada de la Concejalía de Obras y Servicios que lo compensó.
Una vez finalizada la obra hay que recepcionarla. Los técnicos municipales dan su visto bueno, y para nosotros son los incontables documentos que hay que elaborar para que nos acaben ingresando el dinero y las empresas puedan cobrar. La parte del Ayuntamiento la ingresan pronto (lógico, si sus técnicos han dado por válida la ejecución de la obra), pero en la parte que tiene que dar la Diputación no ha habido obra que no haya requerido múltiples repeticiones de papeles hasta que finalmente lo admiten y hacen el ingreso. Razón tiene ese constructor cuando dice que la Diputación paga tarde y mal. Pero sólo en eso.
Y esto, cada dos años. Acabarán así realizándose las pavimentaciones y urbanización de todas las calles. Proceso lento, pero seguro. Hay un atajo: las contribuciones especiales. Supone que los vecinos pagan un alto porcentaje del arreglo de la calle. Lo hacen en muchos pueblos. Aquí lo propuso el Ayuntamiento de Segovia. Tras reunir a todos los vecinos que quisieron ir, la conclusión claramente fue que nadie lo quería: preferían esperar. Y este Alcalde Pedáneo, tan odiado ahora por algunos de los que así lo manifestaron, se preocupó de defender a los vecinos y de abortar todos los intentos que en algún momento afloraron, y sólo se ha utilizado la vía de los Planes Provinciales. Bueno, no. Hubo un caso en que los vecinos de una calle, a través de sus representantes, lo solicitaron expresamente. El Ayuntamiento lo concedió, la calle se arregló y los vecinos ¿pagaron?. No lo sé. Es un tema de exclusiva competencia del Ayuntamiento de Segovia y no tienen por qué decirnos nada. Tampoco quiero inmiscuirme en iniciativas particulares. La última intervención que hemos tenido respecto de esa calle es solicitar una banda reductora de velocidad en la parte final, a petición de algunos vecinos. Lo mismo que hemos hecho para el final de la calle Peña del Oso, por idénticos motivos. Estas peticiones se suman a las que, ya va para tres años, hemos realizado para las calles Fielato y Barruelo.