El 11 de julio de 2010 figurará con letras de oro en la historia del deporte español como el día en que la Selección Española de Fútbol ganó el Mundial de Fútbol en un vibrante encuentro ante Holanda que se tuvo que resolver en la prórroga con un gol de Andrés Iniesta.
El triunfo del combinado nacional y su brillante papel a lo largo de todo el campeonato ha conseguido amalgamar a toda una nación en torno al éxito deportivo de la generación de deportistas más brillante que ha dado el fútbol español. Casillas, Piqué, Xavi, Sergio Ramos, Villa, Torres…. representan el triunfo de un modelo deportivo basado en el esfuerzo conjunto, el talento y el trabajo de equipo, dejando a un lado todo aquello que rodea y envilece este deporte para alcanzar la gloria a base de calidad. Ni una mala patada, ni un mal gesto, sólo talento y convicción han sido las bases de un triunfo labrado partido a partido, sobreponiéndose a las dificultades iniciales para llegar al particular Olimpo de las selecciones que pueden lucir en sus camisetas la estrella que les acredita como campeones del mundo.
Este grupo de jugadores ha hecho más en un mes por favorecer y fomentar el sentimiento de país que toda nuestra clase política en las más de tres décadas de democracia de las que disfruta el pueblo español. Durante estos días, la bandera nacional ondeaba libremente en ventanas, balcones y vehículos sin que nadie se planteara la adscripción política de quien la exhibía, ya que el sentimiento común era el deseo del éxito de “la roja”, y se ha demostrado que, pese a quien pese, es más lo que une a los españoles que lo que los separa.
La victoria de España no evitará que la crisis económica siga atenazando el bolsillo de todos los españoles o que el desempleo continúe siendo una triste realidad en decenas de miles de familias, pero además de permitirnos disfrutar de la inmensa alegría de la victoria, también nos demuestra que todos los sueños son posibles si van acompañados de esfuerzo, trabajo, ilusión y confianza. En Sudáfrica tenemos la prueba.
Editorial. El Adelantado de Segovia. 12 de julio de 2010.
El triunfo del combinado nacional y su brillante papel a lo largo de todo el campeonato ha conseguido amalgamar a toda una nación en torno al éxito deportivo de la generación de deportistas más brillante que ha dado el fútbol español. Casillas, Piqué, Xavi, Sergio Ramos, Villa, Torres…. representan el triunfo de un modelo deportivo basado en el esfuerzo conjunto, el talento y el trabajo de equipo, dejando a un lado todo aquello que rodea y envilece este deporte para alcanzar la gloria a base de calidad. Ni una mala patada, ni un mal gesto, sólo talento y convicción han sido las bases de un triunfo labrado partido a partido, sobreponiéndose a las dificultades iniciales para llegar al particular Olimpo de las selecciones que pueden lucir en sus camisetas la estrella que les acredita como campeones del mundo.
Este grupo de jugadores ha hecho más en un mes por favorecer y fomentar el sentimiento de país que toda nuestra clase política en las más de tres décadas de democracia de las que disfruta el pueblo español. Durante estos días, la bandera nacional ondeaba libremente en ventanas, balcones y vehículos sin que nadie se planteara la adscripción política de quien la exhibía, ya que el sentimiento común era el deseo del éxito de “la roja”, y se ha demostrado que, pese a quien pese, es más lo que une a los españoles que lo que los separa.
La victoria de España no evitará que la crisis económica siga atenazando el bolsillo de todos los españoles o que el desempleo continúe siendo una triste realidad en decenas de miles de familias, pero además de permitirnos disfrutar de la inmensa alegría de la victoria, también nos demuestra que todos los sueños son posibles si van acompañados de esfuerzo, trabajo, ilusión y confianza. En Sudáfrica tenemos la prueba.
Editorial. El Adelantado de Segovia. 12 de julio de 2010.