c) ¿Qué la gente del pueblo quiere hacer cosas y no lo hace para que yo no me cuelgue medallas? Pues es que no. Porque, para empezar, he dejado muy claro quién es responsable de esta programación: mucha gente. Esta hecha de forma totalmente participativa y lo seguirá siendo en lo referente a ampliaciones que pueda haber. Pero es que para funcionar así hay que ser demócrata y creer en los valores del pueblo. Quien basa su trabajo para el pueblo en la unión contra el Alcalde (no me ofendéis, de verdad, lo habéis hecho así con todos los anteriores; no dais más de sí), lo que digo son palabras mayores: vuestra mente no es capaz de admitirlas. La única medalla a la que no renuncio, y lo digo con mucho orgullo, es la de propiciar el diálogo, las aportaciones constructivas, poner de manifiesto el mérito que cada uno tiene, sin diluirlo en generalizaciones de las que se aprovechan los que, además de no hacer nada, ponen palos en las ruedas del carro del que se mueve. Esto, para vosotros, es una entelequia. Os juntáis con vuestro reducidísimo grupo de amistades, organizáis las cosas para sacar el mayor beneficio personal posible, y a seguir mientras esto resista. Así habéis obrado cuando llevabais las fiestas y así terminó todo.
d) Programa sólo hay uno: el que he buzoneado. Claro, sólo los habitantes del Olimpo, como vosotros, pueden hacerlo de una y definitiva vez. Los mortales, como yo, necesitamos establecer un método de trabajo; utilizamos borradores; hacemos partícipes del desarrollo y evolución de la programación a las personas que hacen aportaciones a la misma. Incorporamos a un nuevo documento todo lo que se va añadiendo para que, a su vez lo conozcan los que intervienen en la elaboración de la programación. ¿Que para vosotros, que torticeramente conseguís acceder a estos documentos de trabajo, hay cuatro programas? Pues nada, seguid. La mejor forma de que uno se crea sus propias mentiras es repetírselas muchas veces. Delante de un espejo, todavía mejor.
e) Como soy un hombre de palabra y cumplo lo que prometo, por eso hay mucha gente que quiere contar conmigo. Y yo con ellos. Me alargaría mucho entrar en detalles, pero si analizáis el programa electoral que, con seguridad, guarda uno de vosotros, veréis qué poco queda por cumplir de lo que allí ponía. A pesar de que en un sitio como Revenga, no sirve de nada prometer, porque no disponemos de medios para poder cumplir ninguna promesa. Pero con dedicación personal y altruismo conseguimos arrancar a quienes sí tienen poder estos medios. Y se cumple lo que se prometió y muchas cosas más que se incorporan poco a poco. En su momento hablaré de ello. Pero para el ladrón que cree que todos son de su condición este lenguaje es inasequible. Y le aburre.
d) Programa sólo hay uno: el que he buzoneado. Claro, sólo los habitantes del Olimpo, como vosotros, pueden hacerlo de una y definitiva vez. Los mortales, como yo, necesitamos establecer un método de trabajo; utilizamos borradores; hacemos partícipes del desarrollo y evolución de la programación a las personas que hacen aportaciones a la misma. Incorporamos a un nuevo documento todo lo que se va añadiendo para que, a su vez lo conozcan los que intervienen en la elaboración de la programación. ¿Que para vosotros, que torticeramente conseguís acceder a estos documentos de trabajo, hay cuatro programas? Pues nada, seguid. La mejor forma de que uno se crea sus propias mentiras es repetírselas muchas veces. Delante de un espejo, todavía mejor.
e) Como soy un hombre de palabra y cumplo lo que prometo, por eso hay mucha gente que quiere contar conmigo. Y yo con ellos. Me alargaría mucho entrar en detalles, pero si analizáis el programa electoral que, con seguridad, guarda uno de vosotros, veréis qué poco queda por cumplir de lo que allí ponía. A pesar de que en un sitio como Revenga, no sirve de nada prometer, porque no disponemos de medios para poder cumplir ninguna promesa. Pero con dedicación personal y altruismo conseguimos arrancar a quienes sí tienen poder estos medios. Y se cumple lo que se prometió y muchas cosas más que se incorporan poco a poco. En su momento hablaré de ello. Pero para el ladrón que cree que todos son de su condición este lenguaje es inasequible. Y le aburre.