Ya lo comenté, en mi aportación de 27/07/2010, 17:20 h: "Hecho significativo: chicos y chicas de las peñas, con pensamientos muy diferentes, de modo unánime, me han aconsejado que, por nada del mundo, me haga responsable de una charanga que acompañase la inauguración de las fiestas el día 12". Ya tenía yo en esa fecha prácticamente cerrada la contratación de un grupo, pero preferí dejarlo esperar, a la vista de esas recomendaciones, muy sensatas, que me hacían los jóvenes de Revenga.
Sin embargo, esos mismos jóvenes, ante la aparición de una programación festiva paralela, de claro matiz comercial, se han sentido incómodos al ver que se obviaba a las peñas y, en lugar de ser la charanga la que las visitara, se pedía que fueran las peñas a la zona comercial en la que iba a actuar. Me han pedido que reconsiderara mi decisión inicial: nada difícil, porque yo tengo el convencimiento pleno de que un comienzo de fiestas y una inauguración de peñas sin charanga las devaluaba considerablemente. Pero iniciar las gestiones tres días antes de la actuación complicaba enormemente el resultado final.
Creo que ya lo dije en otra ocasión: los problemas surgen para que la gente con ideas claras estimule sus capacidades y los resuelva; sólo los pusilánimes se dejan vencer por los problemas, por no plantarles cara. En este caso, se ha cumplido al pie de la letra: hemos conseguido que venga la charanga que, objetivamente, está a la cabeza por calidad, formación musical y número de componentes (nueve). Me siento, además, muy honrado y satisfecho, pues algunos de ellos u otros compañeros suyos de la Agrupación Musical Segoviana han sido alumnos míos, o he sido compañero de estudios de algún padre con el que mantengo una sólida amistad. Y conservamos mutuamente unos recuerdos gratificantes y entrañables, basados en el buen quehacer profesional y en el respeto mutuo. Recuerdo y cariño que se acrecienta con el tiempo y con la madurez de las personas.
Pero es que, para escarnio de algunos, esa es la tónica que impera en mi historia profesional. Conseguida, no porque yo sea nada extraordinario, sino porque mi labor docente la baso en el trabajo constante, la actualización permanente, el perfeccionamiento pedagógico, el respeto a las peculiaridades de cada alumno, el reconocimiento de mis limitaciones y la puesta en valor de las capacidades de los alumnos. Es mi forma de ser, que se manifiesta en este caso en lo profesional, pero que se extiende a cualquier tarea en la que me comprometa libremente, como es, en este caso, la dedicación de ocho años de mi vida al pueblo de Revenga.
Por eso, cuando “anónimos” como zpepito escriben un 28/05/2010, 19:50 h: “ ¡Madre mía!, pensar que mi hija pueda un día recibir clases de un tipo como éste, no me extraña que la educación esté tan mal en este país, principalmente en Jaén y ahora en Segovia, aunque tengo entendido que en Jaén han mejorado bastante de unos años ahora”, dan una imagen patética de sí mismos. Porque no tienen ni idea de lo que opinan. Porque sólo les mueve el odio irracional y el rencor generacional. Porque, ilusos ellos, creen que utilizando esos personajes que su mente esquizoide ha creado (Don Carnal, Lorenzo Cañas, Rucio) el Juez de Guardia no ha tomado buena nota de quién era el auténtico objetivo de sus insultos.
Puedes estar tranquilo, no obstante, “zpepito”. Doy clase, básicamente, en los cursos de Bachillerato. Enseño electricidad, mecánica, hidráulica, neumática, sistemas automáticos de control, informática, … Me quedan tres años para jubilarme. A tu hija le quedan, por lo menos dos, para iniciar la Educación Infantil. Es decir, nunca tendrá el honor de que yo le dé clase. Una pena, por ella. ¡Ah! Y sigues siendo absolutamente “anónimo”.
Sin embargo, esos mismos jóvenes, ante la aparición de una programación festiva paralela, de claro matiz comercial, se han sentido incómodos al ver que se obviaba a las peñas y, en lugar de ser la charanga la que las visitara, se pedía que fueran las peñas a la zona comercial en la que iba a actuar. Me han pedido que reconsiderara mi decisión inicial: nada difícil, porque yo tengo el convencimiento pleno de que un comienzo de fiestas y una inauguración de peñas sin charanga las devaluaba considerablemente. Pero iniciar las gestiones tres días antes de la actuación complicaba enormemente el resultado final.
Creo que ya lo dije en otra ocasión: los problemas surgen para que la gente con ideas claras estimule sus capacidades y los resuelva; sólo los pusilánimes se dejan vencer por los problemas, por no plantarles cara. En este caso, se ha cumplido al pie de la letra: hemos conseguido que venga la charanga que, objetivamente, está a la cabeza por calidad, formación musical y número de componentes (nueve). Me siento, además, muy honrado y satisfecho, pues algunos de ellos u otros compañeros suyos de la Agrupación Musical Segoviana han sido alumnos míos, o he sido compañero de estudios de algún padre con el que mantengo una sólida amistad. Y conservamos mutuamente unos recuerdos gratificantes y entrañables, basados en el buen quehacer profesional y en el respeto mutuo. Recuerdo y cariño que se acrecienta con el tiempo y con la madurez de las personas.
Pero es que, para escarnio de algunos, esa es la tónica que impera en mi historia profesional. Conseguida, no porque yo sea nada extraordinario, sino porque mi labor docente la baso en el trabajo constante, la actualización permanente, el perfeccionamiento pedagógico, el respeto a las peculiaridades de cada alumno, el reconocimiento de mis limitaciones y la puesta en valor de las capacidades de los alumnos. Es mi forma de ser, que se manifiesta en este caso en lo profesional, pero que se extiende a cualquier tarea en la que me comprometa libremente, como es, en este caso, la dedicación de ocho años de mi vida al pueblo de Revenga.
Por eso, cuando “anónimos” como zpepito escriben un 28/05/2010, 19:50 h: “ ¡Madre mía!, pensar que mi hija pueda un día recibir clases de un tipo como éste, no me extraña que la educación esté tan mal en este país, principalmente en Jaén y ahora en Segovia, aunque tengo entendido que en Jaén han mejorado bastante de unos años ahora”, dan una imagen patética de sí mismos. Porque no tienen ni idea de lo que opinan. Porque sólo les mueve el odio irracional y el rencor generacional. Porque, ilusos ellos, creen que utilizando esos personajes que su mente esquizoide ha creado (Don Carnal, Lorenzo Cañas, Rucio) el Juez de Guardia no ha tomado buena nota de quién era el auténtico objetivo de sus insultos.
Puedes estar tranquilo, no obstante, “zpepito”. Doy clase, básicamente, en los cursos de Bachillerato. Enseño electricidad, mecánica, hidráulica, neumática, sistemas automáticos de control, informática, … Me quedan tres años para jubilarme. A tu hija le quedan, por lo menos dos, para iniciar la Educación Infantil. Es decir, nunca tendrá el honor de que yo le dé clase. Una pena, por ella. ¡Ah! Y sigues siendo absolutamente “anónimo”.