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Llevo poco tiempo viviendo en Revenga, pero, poco a poco, voy haciéndome idea de lo que se cuece en el pueblo y de la evolución histórica de las cosas.
Me encanta este pueblo, por eso lo elegí como residencia.
Para muchos de los habitantes del Revenga soy y seré siempre un forastero, aunque resida en el pueblo el resto de mi vida, y así me lo han hecho ver en sus conversaciones. Me he dado cuenta, desgraciadamente, en repetidas ocasiones, y lo veo plasmado con frecuencia en este foro que comienzo a leer hoy, y del que había oído hablar. De la observación de esta actitud, el único sentimiento que cabe en mí es de pena, pues sólo puede provenir de la falta de cultura y tolerancia.
Otros habitantes, también muchos, en cambio, con dos palabras me han hecho sentir como en su casa. De estos habitantes es de los que debe estar orgulloso el pueblo de Revenga.
Otros muchos han pasado ante mí indiferentes, pués estarán a sus cosas y a sus familias al igual que todo el mundo y no tendrán tan enraizada esa afición a la crítica malsana. Si les pides que te echen un cable te lo echan, y, si no, estarán a sus asuntos y no se meterán contigo.
También en estos años he conversado con muchos de los llamados "foraneos" del pueblo. Personas que llevan menos de una generación aquí. Varias cosas me han indicado que, no se si en abundancia de número o de resonancia, hay grupos de gente malintencionada en el vecindario del pueblo, que paga su odio hacia lo novedoso o foraneo.
Entre las cosas que me lo han indicado es el encontrar, en mis conversaciones, tres ejemplos de críos de entre 8 y 18 años, hijos de nuevos residentes, que hayan sido agredidos, apedreados, o insultados por los jóvenes del pueblo. Te lo dicen sus padres en "petit-comité", pero, por la manera de decirlo, no dudo de la veracidad de los hechos.
Curiosamente he tenido noticias, por parte de aquellos primeros vecinos de "chalets" del otro lado de la carretera, que me dicen que, hace 30 años, "los chavales del pueblo estaban esperando a que cruzasemos la carretera para tirarnos piedras..."
Espero que la postura culta y tolerante se imponga, con los años, a esa actitud crítica y violenta que observo se viene repitiendo por generaciones en una parte de los habitantes, y que, aunque fuesen pequeños en número, lo son en la relevancia de sus hechos.
Yo, de momento, de estos hechos violentos o delictivos, sólo tengo constancia por parte de los msg del foro y por mis conversaciones. Por lo demás, a la acogida que he tenido en Revenga no la puedo poner ningún reproche.
Por otra parte, veo en el foro la abundancia de crítica que recurre al insulto. Lamento decir que, dicha crítica actúa como un boomerang para quien la lanza. Siento no haber entrado a tiempo para leer los mensajes de "don Carnal", supongo que serían nefastos, pero las respuestas de gente como frayliborio, zpepito, Mateo, Haze, recurriendo al insulto supongo que no ayudan a calmar el clima solivientado.
Me encanta este pueblo, por eso lo elegí como residencia.
Para muchos de los habitantes del Revenga soy y seré siempre un forastero, aunque resida en el pueblo el resto de mi vida, y así me lo han hecho ver en sus conversaciones. Me he dado cuenta, desgraciadamente, en repetidas ocasiones, y lo veo plasmado con frecuencia en este foro que comienzo a leer hoy, y del que había oído hablar. De la observación de esta actitud, el único sentimiento que cabe en mí es de pena, pues sólo puede provenir de la falta de cultura y tolerancia.
Otros habitantes, también muchos, en cambio, con dos palabras me han hecho sentir como en su casa. De estos habitantes es de los que debe estar orgulloso el pueblo de Revenga.
Otros muchos han pasado ante mí indiferentes, pués estarán a sus cosas y a sus familias al igual que todo el mundo y no tendrán tan enraizada esa afición a la crítica malsana. Si les pides que te echen un cable te lo echan, y, si no, estarán a sus asuntos y no se meterán contigo.
También en estos años he conversado con muchos de los llamados "foraneos" del pueblo. Personas que llevan menos de una generación aquí. Varias cosas me han indicado que, no se si en abundancia de número o de resonancia, hay grupos de gente malintencionada en el vecindario del pueblo, que paga su odio hacia lo novedoso o foraneo.
Entre las cosas que me lo han indicado es el encontrar, en mis conversaciones, tres ejemplos de críos de entre 8 y 18 años, hijos de nuevos residentes, que hayan sido agredidos, apedreados, o insultados por los jóvenes del pueblo. Te lo dicen sus padres en "petit-comité", pero, por la manera de decirlo, no dudo de la veracidad de los hechos.
Curiosamente he tenido noticias, por parte de aquellos primeros vecinos de "chalets" del otro lado de la carretera, que me dicen que, hace 30 años, "los chavales del pueblo estaban esperando a que cruzasemos la carretera para tirarnos piedras..."
Espero que la postura culta y tolerante se imponga, con los años, a esa actitud crítica y violenta que observo se viene repitiendo por generaciones en una parte de los habitantes, y que, aunque fuesen pequeños en número, lo son en la relevancia de sus hechos.
Yo, de momento, de estos hechos violentos o delictivos, sólo tengo constancia por parte de los msg del foro y por mis conversaciones. Por lo demás, a la acogida que he tenido en Revenga no la puedo poner ningún reproche.
Por otra parte, veo en el foro la abundancia de crítica que recurre al insulto. Lamento decir que, dicha crítica actúa como un boomerang para quien la lanza. Siento no haber entrado a tiempo para leer los mensajes de "don Carnal", supongo que serían nefastos, pero las respuestas de gente como frayliborio, zpepito, Mateo, Haze, recurriendo al insulto supongo que no ayudan a calmar el clima solivientado.