Luz ahora: 0,13385 €/kWh

REVENGA: doncarnal...

doncarnal

Fecha: 30/05/2010
Hora: 21:29 domingo

En una frase habla de unir fuerzas en pro del beneficio propio (perdón quise decir común), y en la siguiente arenga a la caballería, una vez cerrado el círculo (supongo que con un canuto), para que le soben el cordobán a la hiena.
Desde aquí te lo digo “lolo el de las pelotas”, Attila de tres al cuarto, macarra de discoteca: Que sepas que he reenviado una copia de tu último exabrupto a mi abogado para que analice si lo que has hecho, y dejado escrito, constituye algún tipo de delito. Una cosa es no estar de acuerdo con la opinión del contrario y confrontarla dialécticamente y otra, MUY DIFERENTE, incitar a la violencia física.
Desde aquí también te lo digo “lolo el de las pelotas”: no me impresionan tus bravatas de pendenciero reconcomido, de violento portuario, de candidato de baja estofa.
No me impresionan personalmente. Sí me preocupa que en tu desatino visionario (muy cercano, mira tú por dónde, a la doctrina etarra) confundas al destinatario de tus “saludos” y envíes a tus txacurras a calentar el morro a quien a ti te parece que es el causante de “todos tus males

doncarnal
Fecha: 01/06/2010
Hora: 23:15 martes

En tu boca palabras como estas dos –juntas- son un insulto a la inteligencia del ser humano. A la inteligencia y a la dignidad en sí misma. Así que continúa “masturbándote” con Torrente y deja a Kant que descanse en la paz de los oportunos.
Definitivamente las copas le sientan fatal a “lolo el de las pelotas” y lo mismo confunde un foro de combate (o era de debate) contra todos aquellos que no le gustan, como manifiesta “no haber mandado una legión de sicarios” (la última palabra es por que le gustan “las de Torrente”).
¿Cuántos han sido? ¿Dos. Tal vez tres…? Sólo uno?
Me dan igual uno que tres que cinco. Lo importante y desgraciado para ti, es que has quedado retratado. Ah, por cierto, también he reenviado el correo a la policía. Por indicación de mi letrado, sí.
Que ya se sabe que las armas las cargan en Fago y se disparan donde uno menos se lo espera.