¡Ah! Que nadie piense que estoy contestando a recientes intervenciones en este foro. No lo haré nunca, si los intervinientes son seres anónimos, sin apellidos, que se escudan tras apodos o nombres (reales o supuestos), como si sintieran vergüenza de sus padres. Sí lo hago, con mucho gusto, con los que se identifican y puedo hablar con ellos cara a cara, como habrán podido comprobar.
Y, desde luego, cuando intervengo como ahora, pienso en la cantidad creciente de revenganos (o no) que leen lo que aquí se escribe, aunque ellos no lo hagan. Según los datos recientes que aparecen bajo el mapa son 132 las visitas diarias.
Hay intervenciones que inundan este foro de porquería. Por eso, me sale a relucir la vena poética que todos llevamos dentro y copio poesías o textos literarios. Su función es parecida a la de los ambientadores: disimular y enmascarar los olores desagradables. Pero no son cualquier cosa; si las analizan un poco con detalle verán el transfondo que llevan.
Y, desde luego, cuando intervengo como ahora, pienso en la cantidad creciente de revenganos (o no) que leen lo que aquí se escribe, aunque ellos no lo hagan. Según los datos recientes que aparecen bajo el mapa son 132 las visitas diarias.
Hay intervenciones que inundan este foro de porquería. Por eso, me sale a relucir la vena poética que todos llevamos dentro y copio poesías o textos literarios. Su función es parecida a la de los ambientadores: disimular y enmascarar los olores desagradables. Pero no son cualquier cosa; si las analizan un poco con detalle verán el transfondo que llevan.