REVENGA: Las redes de agua y saneamiento de Revenga son, en...

Las redes de agua y saneamiento de Revenga son, en una gran parte, muy antiguas: de la década de los 70. Tuberías de fibrocemento (uralita) y de plomo para el agua potable, y tubos de hormigón para los saneamientos, son los materiales que entonces se utilizaban; muy diferentes de las tuberías y tubos de PVC actuales que, entre otras cualidades positivas, tienen una fundamental: son flexibles. Pequeños desplazamientos o tensiones que provocan roturas en la uralita y en el cemento, en el PVC se absorben y no se produce ninguna salida de líquido.

Si, accidentalmente, se provoca una fisura en el PVC ésta no aumenta de longitud, al contrario que en los otros materiales; cuando se detecta la fuga de agua se procede a su reparación sustituyendo el trozo de tubería dañado o soldando térmicamente un manguito del mismo material alrededor de la fisura. O empalmando correctamente tramos de tubería que en su día se unieron incorrectamente. Así sucedió hace poco tiempo en la Travesía de San Rafael, detrás del Bar Montalvo. También provocan estas desuniones las raíces de los árboles, como recientemente ha pasado a la altura del nº 62 de la Carretera de San Rafael.

El plomo es atacado por sales y otros compuestos químicos que lleva en disolución el agua potable y se acaban produciendo poros, que van aumentando de tamaño hasta que se manifiestan manando agua en la superficie del pavimento. Así sucedió esta misma semana en la Plaza de la Solana, junto a la cabina de teléfonos. Y en los dos últimos años, por lo menos en cuatro ocasiones, en la Plaza Eras del Mayo y Travesía de la Iglesia.

Las reparaciones en las redes de agua potable conllevan siempre cortar el agua de la tubería afectada, abrir el pavimento, sustituir los tramos dañados y realizar las uniones o soldaduras pertinentes. Muchas veces se aprovecha para instalar arquetas con llaves o válvulas de cierre que permiten, si vuelven a producirse averías en tramos cercanos, reducir la zona a la que hay que dejar sin suministro durante la reparación. Si la fuga es pequeña se espera algunos días para ir sobre seguro a la hora de abrir. Pero si la fuga es de grandes proporciones hay que cortar pronto para no tirar agua potable y, sobre todo, para evitar inundaciones de sótanos o locales, como ha sucedido los pasados días 9 y 10 en la Calle del Manzano. Averías de este tipo se han producido dos en los últimos años en la Calle del Calvario, en puntos diferentes. Y en Segovia, en las zonas en las que no se ha renovado la red de abastecimiento, son muy frecuentes. Basta con leer los periódicos, que publican fotografías de los ríos en que se convierten las calles cuando esto sucede.