Ya están colocadas las bandas reductoras de velocidad que llevan tiempo pidiendo los vecinos de la calle Peña del Oso. No son la solución. Sí lo es que los padres se responsabilicen de las actuaciones de sus hijos y que los eduquen en valores sociales, poniendo énfasis en la importancia de la convivencia y el respeto mutuo. Y que cualquier ciudadano que sea testigo de actuaciones incívicas las denuncie a la policía local, aportando datos que permitan sancionar inmediatamente al infractor.