Las Diputaciones Provinciales son fundamentales: se crearon en 1812 y han sobrevivido a todo: monarquías absolutas y constitucionales, dictaduras, democracia, … bien es verdad que desde que se formó el estado autonómico se dedican, básicamente, a distribuir los recursos que les da la administración regional: así se consigue que lleguen un poco más tarde a los pueblos, para que sus habitantes adquieran la virtud de la paciencia, como manda la Iglesia. Sus miembros y su presidente no los eligen directamente los ciudadanos, pero en España tenemos experiencia de lo efectivos que son los nombramientos a dedo: jamás le alzarán la voz a quien les nombró.
Además, el gobierno tiene la idea luminosa que revitalizará las diputaciones: su presidente será un superalcalde que gobernará y controlará la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia: contratar servicios, decidir qué atención hay que dar en cada sitio, etc. Y, como las adjudicaciones de los contratos serán mucho más voluminosas (en €) que las que un pueblo pueda plantear con el actual modelo, será mucho más fácil que alguna comisión que valga la pena la reciba quien la tiene que recibir. Por si fuera poco, las nuevas funciones de un Presidente de Diputación no hay que molestarse en inventarlas: basta con copiar las que tenía hace años el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento.
¿Quién ha podido tener la nefasta idea de suprimir las Diputaciones? Total, para lo que cuestan (sólo 22.000 millones de € al año) … Es mucho mejor suprimir municipios y pedanías y reducir concejales. ¿Qué los alcaldes se quedan sin competencias? ¡Qué más da, si la mayor parte no cobran nada! Bastante tienen con acompañar a la procesión en las fiestas patronales.
Además, el gobierno tiene la idea luminosa que revitalizará las diputaciones: su presidente será un superalcalde que gobernará y controlará la inmensa mayoría de los pueblos de la provincia: contratar servicios, decidir qué atención hay que dar en cada sitio, etc. Y, como las adjudicaciones de los contratos serán mucho más voluminosas (en €) que las que un pueblo pueda plantear con el actual modelo, será mucho más fácil que alguna comisión que valga la pena la reciba quien la tiene que recibir. Por si fuera poco, las nuevas funciones de un Presidente de Diputación no hay que molestarse en inventarlas: basta con copiar las que tenía hace años el Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento.
¿Quién ha podido tener la nefasta idea de suprimir las Diputaciones? Total, para lo que cuestan (sólo 22.000 millones de € al año) … Es mucho mejor suprimir municipios y pedanías y reducir concejales. ¿Qué los alcaldes se quedan sin competencias? ¡Qué más da, si la mayor parte no cobran nada! Bastante tienen con acompañar a la procesión en las fiestas patronales.