Cuando la Entidad Local Menor de Revenga desaparezca, lógicamente cesará la Junta Vecinal y quedarán sin efecto todos los convenios que hubiera firmado con otras administraciones (Ayuntamiento, Junta de Castilla y León, etc.). Eso significa que, como mucho, el Ayuntamiento asignará una ayuda para fiestas como las que da a otros barrios de Segovia (puede dar para pagar media orquesta de las que ahora traemos, tirando alto). Pero siempre quedará la procesión y el repique de campanas, no hay que apurarse.
Cuando el cementerio agote su capacidad de enterramientos y nichos ya construídos, si no se decide a invertir aquí, tendremos el cementerio de Segovia. Porque el convenio que ahora funciona con el Ayuntamiento de Segovia quedará sin efecto.
Si se decide que el alguacil realice aquí su trabajo un par de días a la semana, como ya se ha intentado en alguna ocasión, habrá que recuperar lo que hacían nuestros antepasados: limpiar la calle en el frente de nuestra casa, regar los árboles, etc.
¿Qué se dará la puntilla definitiva a la identidad de Revenga como pueblo?. Pues sí. Se rematará la faena iniciada en 1971, cerrando el paréntesis que se abrió en 1983. Seremos ya para siempre un barrio incorporado. Y lo que aquí se haga dependerá exclusivamente de la voluntad de quienes manden en el Ayuntamiento de Segovia, Diputación y Junta. Se quedarán muy a gusto, pues se librarán del pesado que continuamente les manifestaba las necesidades de Revenga y les urgía su solución. O lo cambiarán por el pueblo entero cuando se presente allí, quién sabe.
Pero todo esto no es nada malo. Al fin y al cabo, la mayor parte de la población estará contenta, pues se cumplirán las leyes impuestas por aquellos a quienes votaron con amplia mayoría en las elecciones generales. Sarna con gusto no pica.
Cuando el cementerio agote su capacidad de enterramientos y nichos ya construídos, si no se decide a invertir aquí, tendremos el cementerio de Segovia. Porque el convenio que ahora funciona con el Ayuntamiento de Segovia quedará sin efecto.
Si se decide que el alguacil realice aquí su trabajo un par de días a la semana, como ya se ha intentado en alguna ocasión, habrá que recuperar lo que hacían nuestros antepasados: limpiar la calle en el frente de nuestra casa, regar los árboles, etc.
¿Qué se dará la puntilla definitiva a la identidad de Revenga como pueblo?. Pues sí. Se rematará la faena iniciada en 1971, cerrando el paréntesis que se abrió en 1983. Seremos ya para siempre un barrio incorporado. Y lo que aquí se haga dependerá exclusivamente de la voluntad de quienes manden en el Ayuntamiento de Segovia, Diputación y Junta. Se quedarán muy a gusto, pues se librarán del pesado que continuamente les manifestaba las necesidades de Revenga y les urgía su solución. O lo cambiarán por el pueblo entero cuando se presente allí, quién sabe.
Pero todo esto no es nada malo. Al fin y al cabo, la mayor parte de la población estará contenta, pues se cumplirán las leyes impuestas por aquellos a quienes votaron con amplia mayoría en las elecciones generales. Sarna con gusto no pica.