En el término municipal de
Riaza, en un lugar privilegiado se encuentra la
ermita de Nuestra Señora de Hontanares. A 1.450 m. de altitud y enclavada en medio de un claro en un bosque de robles, se puede ver desde aquí el Pico del Lobo, la
estación de esquí de La Pinilla, Riaza y otros
pueblos del entorno. La ermita fue construida en el año 1606 con dos grandes estancias; una la propia
iglesia y otra la antigua hospedería. En el interior sobresale el
retablo mayor presidido por la imagen de Nuestra Señora de Hontanares. La ermita ocupa el lugar en el que anteriormente existía la iglesia de la aldeda de Hontanares, hoy ya desaparecida.
Una de las leyendas sobre esta ermita nos cuenta que la imagen de la
virgen se protegió en una
cueva de la invasión musulmana. Ya en la Reconquista, debido al mal tiempo reinante, un pastor fue a la cueva para cobijarse y se encontró con la talla junto a una
fuente de la que manaba gotas de aceite que mantenía encendida la luz de una lámpara. El pastor empezó a utilizar esas gotas pensando que tenían propiedades y el aceite se convirtió en
agua. En la actualidad, esta fuente se denomina como la de las Tres Gotas. En el lugar se puede divisar una
cruz.