Las declaraciones amorosas tampoco eran como ahora. El mozo pedía un pañuelo a su amada. Si lograba tan ansiada prenda significaba que era correspondido. En los posteriores arreglos de boda participaban las familias de los dos contrayentes. Discutían mucho al principio, pero normalmente se llegaba a buen puerto. ¿Y que decir de las bodas de antes? ¡Eso sí que eran bodas! Tres días duraban normalmente. Y tenían sus curiosas costumbres, como la de que el novio tirara al gallo (tradición típicamente...