Esta es la portada de la galería de esta iglesia de única nave sita en este pueblo al NE de Segovia y que en 1247 se cita como san Peydro de Gafiellos y que se cree fue repoblado por burgaleses, del valle de Gahiellos, después de su conquista a los musulmanes.
Esta estructura de la galería surgió como forma de aunar lo sagrado y lo profano, ya que en ellas podían permanecer mercaderes, prestamistas e incluso prostitutas que no podían entrar al templo, por ser lugar sagrado. En ellas se podían hacer negocios, hablar de los asuntos profanos después de los oficios religiosos y todo ello a cubierto de las inclemencias del tiempo. Como tal se encuentra por primera vez en la iglesia de San Esteban de Gormaz en Soria ya en el año 1081 y cuyo prototipo constaba de 7 arcos, incluido el de la entrada. Se hizo común en las iglesias sorianas y pronto se exportó a muchas de las segovianas. Tengo bibliografía que indica que la asistencia a la misa dominical era obligatoria y que en muchos pueblos el clero prohibía la apertura de las tabernas antes de acabarla, debido a las condiciones en que llegaban los feligreses a una ceremonia casi críptica para el pueblo llano, al celebrarse en latín.
Como vemos en la foto superior los canecillos de la galería son actualmente lisos y son treinta.
Esta estructura de la galería surgió como forma de aunar lo sagrado y lo profano, ya que en ellas podían permanecer mercaderes, prestamistas e incluso prostitutas que no podían entrar al templo, por ser lugar sagrado. En ellas se podían hacer negocios, hablar de los asuntos profanos después de los oficios religiosos y todo ello a cubierto de las inclemencias del tiempo. Como tal se encuentra por primera vez en la iglesia de San Esteban de Gormaz en Soria ya en el año 1081 y cuyo prototipo constaba de 7 arcos, incluido el de la entrada. Se hizo común en las iglesias sorianas y pronto se exportó a muchas de las segovianas. Tengo bibliografía que indica que la asistencia a la misa dominical era obligatoria y que en muchos pueblos el clero prohibía la apertura de las tabernas antes de acabarla, debido a las condiciones en que llegaban los feligreses a una ceremonia casi críptica para el pueblo llano, al celebrarse en latín.
Como vemos en la foto superior los canecillos de la galería son actualmente lisos y son treinta.