la pista, los nacar tocaban "noche de blanca saten", los cuerpos se pegaban al son de la melodia, una mano rapida, aflojaba la bombilla, el ambiente perfecto y cuando todo animaba a ir un paso mas alla. ¡ZAS, ZAS! una escoba manejada con maestria cortaba la tenue luz a las cabezas y anchas espaldas de los mozos. la bombilla se volvia a enroscar, la luz a recuperar y los nacar un rok se pusieron a tocar. y la carmen con su mandil a la puerta para cobrar.