Fue fundado en 1556 por don Antonio de Guevara y Tapia, con destino a ser
convento masculino de la Orden de
San Agustín. A raíz de la desamortización de Mendizábal (1835), la comunidad de agustinos fue disuelta y el convento quedó en un estado de abandono. Las naves de la
iglesia fueron demolidas en 1915.