Palacio real situado en lo alto de una
roca entre los
ríos Eresma y Clamores, aparece documentado por primera vez en 1122, aunque es posible que existiese en época anterior. Fue una de las residencias favoritas de los Reyes de Castilla, construido en la transición del
románico al
gótico, y en el que destaca la decoración mudéjar de sus amplios
salones. El
edificio se articula a través de dos
patios y posee dos
torres, la del
Homenaje y la de Juan II.
Fue residencia favorita de Alfonso X el Sabio y de Enrique IV.
Del Alcázar partió Isabel la Católica para ser coronada reina de Castilla en la
plaza mayor. La proclamación de Isabel de Castilla en 1474, fue un acontecimiento trascendental en la
historia de
España, que quedará para siempre vinculado al Alcázar, en una de cuyas salas se rememora mediante la pintura del artista Muñoz de Pablos.
El Alcázar se utilizó como prisión de Estado, siendo ésta su función, de forma casi exclusiva, durante los reinados de Felipe IV y Carlos II.
Devastado por un incendio en 1862, fue posteriormente reconstruido.
Alberga en la actualidad el archivo General
Militar de
Segovia y el
museo del Real
Colegio de Artillería.
El Alcázar de Segovia está Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Hay quien dice que El Alcázar tiene forma de
barco…
Castillo de “película”.
Orson Welles utilizó el Alcázar para su película “Campanadas a medianoche” y se dice que Walt Disney se inspiró en su contorno esbelto y elegante para el castillo de “Blancanieves”.
Algunas escenas del interior del palacio han aparecido en series de televisión como Isabel y Águila Roja.