Hoces del
río Duratón.
Sepúlveda, Sebúlcor y Carrascal del Río.
Necrópolis.
Un poco antes de llegar a la
ermita y al pie de su
ábside se encuentra una pequeña necrópolis de tumbas excavadas en la
roca, todas con forma antropomorfas, es decir, que tienen la forma de la cabeza resaltada en la tumba. Están orientadas Este-Oeste, datadas de la Alta Edad Media y se cree están relacionadas con la reconquista de la zona por Fernán González en el siglo X y reutilizadas por los monjes del priorato.
La Cuchillada.
A la Ermita de
San Frutos es posible acceder atravesando el precipicio a través de un
puente de
piedra construido en 1757. Este precipicio es conocido como La Cuchillada. Cuenta la leyenda, que San Frutos golpeó la tierra con su bastón para proteger a un grupo de vecinos perseguidos por los sarracenos, separando así la Ermita de la tierra firme.
Tumbas de los
Santos.
Al borde del
acantilado se ubica un pequeño
cementerio y a su lado, en una pequeña construcción, se encuentran las tumbas que la
tradición adjudica al
santo y sus dos hermanos, ahora están vacías.
San Frutos.
La tradición cuenta que nació en
Segovia en el año 642, en el seno de una importante
familia.
Tras la prematura muerte de sus padres, y de común acuerdo con sus hermanos menores (Valentín y Engracia), repartieron los cuantiosos bienes familiares entre los pobres y se retiraron a este lugar para vivir santamente (actual término municipal de Carrascal del Río).
Primero se establecieron en
cuevas naturales, y después en
ermitas alejadas entre sí buscando el deseo de soledad, penitencia y oración.
San Frutos falleció a los 73 años de edad, y fue enterrado por sus hermanos en la ermita donde había vivido. Valentín y Engracia se retiraron al municipio de Caballar, donde continuaron su vida solitaria en la ermita de san Zoilo hasta morir decapitados a manos de los sarracenos.
En 1076 el rey Alfonso hace donación de estos terrenos al
monasterio de Santo Domingo de Silos. El abad Fortunio ordena la construcción de la
iglesia en honor al Confesor San Frutos, siendo levantada por el Maestro Michel, y dedicada al santo por D. Bernardo, arzobispo de
Toledo en el año 1100.
El Priorato de San Frutos (este
balcón sobre el acantilado donde ubica la ermita de San Frutos) estuvo habitado por los monjes de Silos hasta la desamortización de 1835.
A la entrada del complejo hay una
cruz de hierro sobre un pedestal de piedra en el que figuran las siete llaves de Sepúlveda. Esta cruz fue levantada en el año 1900 para conmemorar la gran peregrinación que se realizó ese año auspiciada por el obispo de Segovia Quesada
Parque Natural de las Hoces del río Duratón.
Este paraje, constituido por el curso medio del Duratón, fue declarado Parque Natural el 27 de junio de 1989 por las Cortes de
Castilla y León, integrándose con los espacios protegidos de esa comunidad, declaración hecha en atención a la importancia de sus ecosistemas naturales y valores paisajísticos.
Parque Natural de las Hoces del río Duratón.
El Parque ocupa una superficie de 5037 hectáreas que se extiende en terrenos de los municipios de Sepúlveda, Sebúlcor y Carrascal del Río, todos de la provincia de Segovia.