Las calles de Sepúlveda trepan empinadas por los cerros antes mentados, y sobre uno de los cuales veremos instalada la iglesia parroquial de El Salvador. Recorriendo sus calles empedradas y porticadas (Lope Tablada), veremos restos de murallas, torreones almenados, casas señoriales blasonadas (de El Moro, Las Conchas), plazas y pequeños rincones, que entre todos componen el particular encanto de la trama urbana de esta acogedora villa. En 1951 el conjunto urbano de Sepulveda fue declarado Monumento Histórico Nacional.