Llevo yendo a
Robregordo desde que nací, y aunque no nací en él es parte de mí. Es un
pueblo muy bonito, donde se respira tranquilidad, es otro mundo completamente distinto al ajetreado
Madrid. Sin embargo, quizá también lo que necesita este pueblo es pensar más en sus jóvenes y construir algo donde puedan reunirse y pasar las
fiestas del pueblo. Creo que es algo que atraería a más personas Robregordo, que aunque muchos turistas van buscando un pueblo lejano, pequeño y tranquilo, creo que también
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