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TOLOCIRIO: buenas tardes TOLOCIRIO un saludo para todos desde...

Saludos de nuevo Tolocirio,! hola a todos ¡.
Antes de seguir, quiero sumarme a esa felicitación multitudinaria dirigida a todas las madres! VA POR ELLAS ¡
Ya hace algún tiempo de mi última intervención, pero me doy cuenta que esto no hay quien lo pare. En ella hablaba de una tradición (el lunes de aguas), en la que salíamos al campo a celebrar el final de la cuaresma, y lo típico era comer hornazo, algunos lo habían probado, y nx creo que se atrevía con la receta, pues bien tengo que decirte, que lo comí como no podía ser de otra manera, y como lo hace mi hermana, tengo que reconocer que lo deja exquisito, ya te diré como lo prepara.
Hoy, seguire con otra tradición que se celebra en Salamanca. Vereis que viene llevándose a cabo desde hace mucho tiempo, desde el siglo XVIII dc., y también tiene como origen un hecho acaecido durante la segunda mitad de dicho siglo, y a muchos kilómetros de distancia. Al igual que el lunes de aguas su origen tiene mucho que ver con la religión cristiana, pues se trata de un reconocimiento a la protección que dio un lugar sagrado (la catedral nueva) a la población de por aquel entonces. Para ello es imprescindible la figura de un personaje famoso EL MARIQUELO. Si teneis curiosidad por este pesonaje, tiene una Web, y la verdad, es que resulta muy curioso las andanzas del mariquelo, tiene fots y videos que impresionan, sobre todo la subida a la torre, os animo a que les hecheis un vistazo. Espero que os guste.
! Hasta pronto ¡
El 31 de octubre de 1755 las entrañas de la tierra bramaron a escasos kilómetros de las costas de Lisboa. El terremoto pasó a formar parte de esa espantosa lista de los más devastadores de la historia. Aunque en aquella época, la sismología contaba bien poco, podemos imaginar un desastre similar al del famoso terremoto de San Francisco, en el pasado siglo. Según las crónicas de la época, Lisboa quedó totalmente arrasada.

El temblor de tierra se propagó a cientos de kilómetros de allí y en la capital salmantina, a la misma hora en que Lisboa se llenaba de escombros, la población se refugiaba en la catedral presa del pánico, mientras sentía los tañidos de las campanas sonando sin intervención humana y el suelo tambaleándose bajo sus pies.

Uno de los efectos de aquel movimiento de tierra fue la inclinación de la torre de la Catedral Nueva, que actualmente tiene, efectivamente, una ligera inclinación sobre el plano, imperceptible a simple vista, pero que no quita para que haya sido apuntalada interiormente en varias ocasiones.

El origen
El cabildo catedralicio de Salamanca en aquel momento dio origen a lo que más tarde se convertiría en una tradición, cuando estableció que todas las vísperas del día de Todos los Santos (tal día como el del desafortunado suceso), subiese alguien para tocar las campanas, incluso la más alta y externa de la torre (la denominada "del Reloj" que se encuentra en el cupulín, que sólo es accesible desde fuera de la cúpula de la torre), como acción de gracias al Señor por evitar mayores catástrofes y rogar porque no sucediese nuevamente. Al mismo tiempo, el encargado de cumplir con tal misión, debía trepar al pináculo con el fin de medir la angulación de la torre de año en año.

Dentro de la catedral tenía su vivienda una familia encargada de llevar a cabo los distintos toques de campanas y fueron ellos los encomendados para cumplir con el edicto del cabildo catedralicio. En Salamanca eran sobradamente conocidos. El apodo de la familia: Los Mariquelos.

La actualidad
En 1976, Fabián, el último descendiente de la familia de los Mariquelos, cumplió por última vez con una tradición centenaria. Después de aquello, se dio por perdido aquel rito.

Sin embargo, Ángel Rufino de Haro, rescata nueve años después aquel cometido y, el 31 de octubre de 1985, asciende a lo más alto de la torre de la Catedral Nueva de Salamanca, toca la campana del Reloj, trepa hasta la veleta, en lo alto del pináculo con el tamboril al hombro y agarrado por medio de las piernas a la bola que sustenta el punto más alto de la catedral, más allá del cual se extiende el cielo, toca la gaita y el tamboril durante un cuarto de hora a ritmo de charrada.

Ángel Rufino de Haro acababa de rebautizarse en ese momento como "El Mariquelo", el depositario de la antorcha que obliga a cumplir con esa tradición.

Año tras año, el Mariquelo realiza la ascensión a la torre y veleta de la catedral, vestido con el traje tradicional y portando sus instrumentos de trabajo, la gaita y el tamboril. Una subida que pone los pelos de punta al contemplarle encaramado al exterior de la cúpula, al ver algún que otro resbalón mientras asciende o al oírle tocar desde las alturas.

El hombre
El Mariquelo, el hombre (no el mito), es decir Ángel Rufino de Haro nació el 1 de septiembre de 1963.

En 1972, se matriculó en la Escuela de Tamborileros de Salamanca y desde entonces su carrera ha sido fulgurante.

Ocupa un hueco en el Libro Guinness de los Récords, con un pasacalles por la 5ª Avenida neoyorquina al son de la gaita y el tamboril.

Premios, galardones e intervenciones radiofónicas por doquier, con los que pasea el nombre de Salamanca por todo el mundo. Con la arrogancia, el porte y la elegancia de los charros antiguos.

Primero FELICITAR a todas las madres de TOLOCIRIO, GRANDES MUJERES.

Y a tí, fenix, GRACIAS, por contarnos costumbres diferentes a las nuestras.

Quiero recordar, que el año pasado por estas fechas, TOLOCIRIO se llenaba de cumpleaños, no puedo nombrar, por no saber a ciencia cierta quienes son, pero a tod@s ellos mi felicitación.

Buen domingo para todos y disfrutemos de lo que la vida nos da.

buenas tardes TOLOCIRIO un saludo para todos desde mieres