AY tolocirianos!, el otro día subiendo en ascensor me paso una cosa más que curiosa, el ascensor se quedo atascado entre dos pisos, y una pobre señora empiezo a ponerse blanca, al final confeso que los retortijones no cesaban y que necesitaba urgentemente salir a ji..., ¡menudo rato! ella y todos los presentes, fueron escasamente cinco minutos, pero se nos hizo una eternidad.
Los allí presentes cuando salimos del embrollo tuvimos guasa para rato, pero ¿y ella?, salio escopetada buscando un servicio.
¡menudo rato la pobres señora!.
Los allí presentes cuando salimos del embrollo tuvimos guasa para rato, pero ¿y ella?, salio escopetada buscando un servicio.
¡menudo rato la pobres señora!.