TOLOCIRIO: y yo me pregunto ¿que paso con esos relucientes dientes...

AY tolocirianos!, el otro día subiendo en ascensor me paso una cosa más que curiosa, el ascensor se quedo atascado entre dos pisos, y una pobre señora empiezo a ponerse blanca, al final confeso que los retortijones no cesaban y que necesitaba urgentemente salir a ji..., ¡menudo rato! ella y todos los presentes, fueron escasamente cinco minutos, pero se nos hizo una eternidad.
Los allí presentes cuando salimos del embrollo tuvimos guasa para rato, pero ¿y ella?, salio escopetada buscando un servicio.
¡menudo rato la pobres señora!.

Hola Tolocirianos:
Hacía mucho que no entraba en el foro de vuestro pueblo, pero hoy al ver el mensaje de mds contando una anécdota graciosa, he decidido entrar para contar una que yo viví, hace algunos años.
Yo trabajaba en una fabrica grande con mil trescientos empleados al llegar la navidad, todos los años teníamos la costumbre en cada uno de los turnos de trabajo celebrar un día una fiesta entre los compañeros. Comprábamos entre todos la mejor comida para picotear y toda clase de bebidas al cólicas, pues una vez al año la empresa nos permitía estos excesos.
En una de las últimas fiestas que celebramos yo trabajaba en el turno de noche, estuvimos toda la noche comiendo, cantando y bebiendo, pues era un día para divertirse y pasarlo lo mejor posible. Ya de madrugada nos dimos cuenta que faltaba un compañero, este compañero era uno de los que más se habia divertido, mas habia cantado y seguro de los que mas habia bebido, como se llegaba la hora de irnos y temíamos que algo malo le pudiera pasar, empezamos a buscarle por toda la empresa y no le encontramos, hasta que al final fuimos a los servicios, le llamábamos por su nombre de pila y no contestaba, pero vimos la puerta de uno de los servicios medio entornada y decidimos abrirla, era un servicio de aquellos antiguos donde se ponían los pies en una plataforma hecha para tal fin y al final un profundo agujero, que en muchas ocasiones no funcionaba muy bien, no por defecto, sino por exceso, abrimos la puerta con mucho cuidado y encontramos a dicho compañero de rodillas y con un brazo metido casi hasta el hombro en dicho agujero, le preguntamos qué es lo que hacía en tan semejante postura y nos contesto, que se le habia caído la dentadura postiza y la estaba buscando, los cuatro o cinco que allí encontrábamos soltamos al mismo tiempo una gran carcajada y salimos corriendo sin poder contener la risa.
Viendo que nada malo le pasaba, le dejamos que terminara la faena y valla si la termino cuando llego la hora de fichar en el reloj de salida, allí estaba dicho compañero como un pincel y con una dentadura muy reluciente.
Esto que os cuento es totalmente cierto y con ello lo único que pretendo, es pasar un rato divertido.
Saludos.

y yo me pregunto ¿que paso con esos relucientes dientes después de estar macerando entre la mierd..?, ¿salieron en su sitio?, menuda tragaderas las del pobre hombre.

Claro que el señor en un momento de orgullo diría....."para chulo... yo".