Fray Antón de Villacastín (monje arquitecto de la orden Jerónima), fue el encargado del aspecto exterior, marcadamente renacentista.
Es en el exterior donde las formas se hacen más severas y próximas al ascetismo herreriano. Tal extremo se advierte en las puertas.
Es en el exterior donde las formas se hacen más severas y próximas al ascetismo herreriano. Tal extremo se advierte en las puertas.