La igesia.
Desde
Villacorta, a tres kilómetros, se divisa la
ermita de la Santísima Trinidad o Padre Eterno. Antes, a mitad de
camino, nos sale al encuentro la de
San Roque. La primera está en una extensa pradera, cerca de un sonriente riachuelo que origina el deshielo de nieves en la
sierra ayllonesa. Vieja por su
historia, y neoclásica por las líneas de su
arquitectura renovada espera a los romeros. Se conserva un acta de su inauguración y bendición del año 1534. Parece que sustituyó a otra más primitiva. La ampliación y reforma actual se hizo desde el año 1726 al 1757 en parte con
piedras labradas de la
iglesia de San Martín, del despoblado de Araguetes, cuyos vestigios son visibles en el lugar llamado del Paredón. (Tomado del libro
ESTEBANVELA - De la Comunidad de Villa y tierra de
Ayllón - Autor: Ángel Santamaría.
Madrid 2003. De venta en la librería de la
Plaza de Ayllón).