Desde allí se desciende hasta la ermita, que está al final de ella. Se accede a ella a través de un puente de piedra que salva una gran grieta en la roca la "cuchillada de S. Frutos", pues dicen que fue el Santo quién, con su báculo, separó la roca para impedir que llegaran hasta allí los moros. Ermita de SanFrutos Pajarero: situada en lo alto de una estrecha península rocosa, se accede a través de un estrecho puente del siglo XVIII, que salva una hendidura rocosa, que, según la tradición, fue hecha por el santo para salvar a un grupo de cristianos perseguidos por los musulmanes.