El día que se cayó la esquina de la iglesia:
Eran aproximadamente las once de la mañana. Los ninos y niñas del pueblo a esa hora estábamos en la escuela. De repente se oye un ruido fuerte que nos puso a todos alerta y nos produjo el deseo de ssaber qué había ocurrido.
El Sr. maestro se asomó por la ventana pero desde allí no se veía nada, puesto que las ventanas de la escuela dan al sur y la iglesia estaba a nuestra espalda al norte de la escuela.
Algún chaval quiso aclararnos qué pared habría sido la que se había derrumbado.
Creo que fué alguien de la calle la que le dij a Sr. maestro que había sido en la iglesia.
Ya salimos al recreo poco más tarde y allí estaban las piedras en el suelo que acababan de desprenderse de una esquina que anteriormente habían querido reforzar con un muro adosado a la antigua pared pretendiendo darle consistencia pero no tenía trabazón con lo anterior.
De momento se prohibió el paso por este callejón sobre el que cayeron los escombros, se hizo una valla de tablas, pero con el tiempo aprendimos que no se desprendían más cascotes; se fueron quitando algunas tablas y a fuerza de pasar, aquello se convirtió en una senda segura y camino abreviado para ir del Barrio de Arriba (decíamos) al de Abajo.
Pasó algún año y aquello ni ofrecía más peligro ni se restauraba.
Entonces ocurrió que la parroquia paso al cargo del Párroco dde Ledesma, más joven que al anterior, que cayó muy bien en el pueblo.
En poco tiempo contó con el apoyo del Ayuntamiento que era quien podía sufragar las gastos de la reparación.
Fué esta llevada a término por unos albañiles de Gómara, tres hermanos mas el padre, que tenían el sobrenombre de los Macarenos.
La obra para ser unos tiempos ruinosos de carestía y necesidades, madiada la década delos cuarenta, sin preparación y medidas técnicas, creo que fué perfecta.
Han pasado más sesenta años y parece que se ha reconstruído hace pocos años.
Perdonad que cuente una cosa tan banal.
Es lo que me ha venido a la cabeza al ver una de las
fotos de esta Web.
Eran aproximadamente las once de la mañana. Los ninos y niñas del pueblo a esa hora estábamos en la escuela. De repente se oye un ruido fuerte que nos puso a todos alerta y nos produjo el deseo de ssaber qué había ocurrido.
El Sr. maestro se asomó por la ventana pero desde allí no se veía nada, puesto que las ventanas de la escuela dan al sur y la iglesia estaba a nuestra espalda al norte de la escuela.
Algún chaval quiso aclararnos qué pared habría sido la que se había derrumbado.
Creo que fué alguien de la calle la que le dij a Sr. maestro que había sido en la iglesia.
Ya salimos al recreo poco más tarde y allí estaban las piedras en el suelo que acababan de desprenderse de una esquina que anteriormente habían querido reforzar con un muro adosado a la antigua pared pretendiendo darle consistencia pero no tenía trabazón con lo anterior.
De momento se prohibió el paso por este callejón sobre el que cayeron los escombros, se hizo una valla de tablas, pero con el tiempo aprendimos que no se desprendían más cascotes; se fueron quitando algunas tablas y a fuerza de pasar, aquello se convirtió en una senda segura y camino abreviado para ir del Barrio de Arriba (decíamos) al de Abajo.
Pasó algún año y aquello ni ofrecía más peligro ni se restauraba.
Entonces ocurrió que la parroquia paso al cargo del Párroco dde Ledesma, más joven que al anterior, que cayó muy bien en el pueblo.
En poco tiempo contó con el apoyo del Ayuntamiento que era quien podía sufragar las gastos de la reparación.
Fué esta llevada a término por unos albañiles de Gómara, tres hermanos mas el padre, que tenían el sobrenombre de los Macarenos.
La obra para ser unos tiempos ruinosos de carestía y necesidades, madiada la década delos cuarenta, sin preparación y medidas técnicas, creo que fué perfecta.
Han pasado más sesenta años y parece que se ha reconstruído hace pocos años.
Perdonad que cuente una cosa tan banal.
Es lo que me ha venido a la cabeza al ver una de las
fotos de esta Web.