HABLANDO CON EL DEMONIO,
Se pasaron muchos años, de poco valen sorpresas, el hombre busco los daños cuando las dudas regresan. Aquella
noche de agosto con el
coche circulando, no recuerda haber pasado por Peñalba ni rodando. Desde Los Altos de Ayllón su coche se fue volando, sin saber su situación en
San Esteban fue despertando. No sabe cómo llegó, pero su mente pensando, el Duero le despertó y se quedó tiritando. Ha vuelto hacer el
camino, mirando bien los rellanos, no sabe cómo su signo no termino
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