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Un placer

Para calibrar el auténtico valor de las cosas que te pasan en la vida hay que dejar pasar el tiempo. Hay que permitir que maduren, que se posen y se coloquen en el verdadero lugar que le corresponde. Una vez hecho este proceso la valoración que se hace de esos acontecimientos es siempre más exacta, más ajustada y mucho más equilibrada. Los primeros impulsos siempre desequilibran las emociones. Sin embargo, el paso del tiempo las sosiega, las madura y las viste con su verdadero sentido.
Mentiría si no reconociera que me vi absolutamente sorprendido, emocionadamente sorprendido. Y no lo fue porque no confiara en el interés de mis vecinos de Blacos. No, ni mucho menos, aunque es cierto que no esperaba tal nivel de afluencia. Y tampoco lo fue por el alto número de ventas, algo estimulante pero ciertamente aleatorio.
Mi gratitud y mis mayores sorpresas llegaron de las valoraciones del libro. Las de todos, pero en especial, y ahí esta el prurito de escritor, de aquellas y aquellos que conviven con la literatura y que se han enfrentado más de una vez a la escritura de una obra. Incluso de aquellos que conocían poco o casi nada de su argumento y elogiaron la disposición social y literaria de la obra.
Ha sido un placer escribir un libro sobre Blacos. En primer lugar, ha sido un placer por la acogida, y en segundo por el placer que me otorga la tranquilidad de haber cumplido una promesa que me había hecho a mí mismo hace muchos años, en aquel momento en el que descubrí que para escribir de mi pueblo me sobraba con mi memoria y mis experiencias. No necesitaba la visita de las musas ni ningún tipo de inspiración. Lo tenía todo en la cabeza. Sólo tenía que ordenarlos.
Y, en segundo lugar, ha sido un placer por todo lo bueno que ha provocado el libro, en especial esa respuesta abrumadora de todos, incluso de aquellos con los que menos cercanía he tenido a lo largo de todos estos años, y que me ha demostrado que muchas veces la rutina ciega los posibles horizontes que puedes recorrer a lo largo de la vida. Esos horizontes que deslumbran con su luz los rincones cercanos y domésticos, desenfocados por la rutina y la comodidad.
Ha sido también, por tanto, un placer porque esas letras y esas fotografías me han acercado más si cabe a las enormes gamas de sensibilidades que se mueven por mie entorno blaqueño. Nunca es tarde para que todo siga siendo un place ... (ver texto completo)
Qué bella foto, expresa toda la dureza del clima soriano y la vida de aquellos tiempos. Es más, parece Marruecos!
Los cambios de estación.

Las rutinas son la mejor medicina para tener las emociones y sentimientos ordenados. Son como los cajones que pintaba Salvador Dali pero con contenidos limpios de polvo y paja y bien cerraditos.

Abriéndolos en el momento justo y para cojer o dejar lo necesario, nos sentimos en equilibrio. Sin embargo un aliciente distinto cada día nos da frescura. Es como poner un perfumador en el cajón o una ramita de espliego o tomillo blaquenses que da mejor rollo.

Somos viajeros ... (ver texto completo)
Leandro, un roble centenario

Como buen roble, maestro de la longevidad y de la dureza, bebió en mil fuentes sembradas en la vida, se alimentó en cien valles de la abundancia, y sobrevivió a la adversidad con la gallardía de un árbol imperecedero.
Siempre atado a sus raíces, no dudó en levantar el vuelo y buscar refugio allí donde podía vencer a la necesidad. Se instaló en Barcelona y superó con nota su papel de peregrino laboral. Siempre huérfano de la patria chica en cuanto pudo se acercó ... (ver texto completo)
La Aurora boreal

Hubo muchos agostos en los que solo tenía que ir a Blacos para ver la Aurora boreal. Luminosa, nítida, cálida y llena de luz y color, como en los mejores otoños de Noruega, pero sin necesidad de moverme de mi propia casa. El fenómeno se producía en cuanto mi tía Aurora entraba por la puerta, en una mano la maleta y en la otra la olla expres de las delicatessen de cada día. Era superar el umbral y la casa se encendía de una luz incandescente, de un brillo especial y de una serie ... (ver texto completo)
Como todos los libros que me enganchan y que leo deprisa porque la curiosidad hace que desee desentrañar rápido sus misterios, así he leído el libro de Alejandro y me lo he pasado bien.
Pero la segunda y tranquila lectura es la que me hará valorar más lo que cuenta y como lo cuenta. Y me lo voy a pasar mejor. Es más lo leere muchas veces. Es un libro con el que podre entretener a mis nietos,. Es como devolver a mi memoria hechos y personas que Alejandro ha inmortalizado.
Cuando haga una segunda y más tranquila lectura, seguro que tendré que volver a esta página.
Gracias Alejandro. ... (ver texto completo)
Alejandro, estoy leyendo tu libro.
Espero que en esta ocasión no haya dispares opiniones (como ciertamente ocurrió cuando se cambiaron las fechas de las fiestas, De las que recuerdo no podía disfrutar por coincidir con los días de cosecha)
Pero esto es otra historia. (Es broma)

Me gusta el libro, me parece un privilegio para el pueblo tenerte como heraldo, buen escritor y muy buena persona.
Ya casi he leído tu libro.
Lo dicho que no haya división de opinión y todos te agradezcamos está biografía ... (ver texto completo)
Juliana, una roca en el océano

Tú eres el huracán y yo la alta torre que desafía su poder
Tenías que estrellarte o abatirme
No pudo ser
Tú eras el océano y yo la enhiesta roca que firme aguarda su vaivén
Tenías que romperte o que arrancarme
No pudo ser
Hermosa tú, yo altivo, acostumbrado uno a arrollar y la otra a no ceder
La senda estrecha hace inevitable el choque ... (ver texto completo)
Muchas gracias Alejandro por tus palabras. Muy acertadas. Eso fue mi madre, una luchadora que se rodeo de 6 bastiones que la sostuvieron en su lucha.
Lola.
Juliana, una roca en el océano

Tú eres el huracán y yo la alta torre que desafía su poder
Tenías que estrellarte o abatirme
No pudo ser
Tú eras el océano y yo la enhiesta roca que firme aguarda su vaivén
Tenías que romperte o que arrancarme
No pudo ser
Hermosa tú, yo altivo, acostumbrado uno a arrollar y la otra a no ceder
La senda estrecha hace inevitable el choque ... (ver texto completo)
Así es como acaban algunos durante las fiestas del pueblo. Ahora que cada uno piense lo que quiera. Que acaban así por el cansancio o que acaban así por comas etílicos. Ustedes eligen
Ante todo buen humor, eso que no nos falte nunca
Aquí en Blacos somos muy de amigos y donde va uno vamos todos. Bueno, el caso es que no lo tengo muy claro, en vez de por amistad es por envidia. No creo
Por cuadrillas que no sea. Aunque esta parece mas bien una banda. O quizas un jurado al que no se le escapa ni una. Bueno, el caso es que he añadido algunas fotos mas a la página
Entre las numerosas actividades que hay en Blacos estan los juegos. Y no solo de los jovencitos, tambien de los mayorcitos. Como se suele decir "mas feliz que una lombriz". Poseso. Por cierto, he subido unas cuantas fotos y mas que subirè
Es verdad, en Blacos siempre vivimos con la sensación de que algo está por llegar. Sobre todo desde, hace años, que nos instalamos en esa feria de novedades a la que asistimos todos los veranos en el pueblo. Igual puede llegar una batucada, que un mariachi, que el panadero o una actividad de defensa de la igualdad. Y muchas veces se echa de menos una constancia implícita de todos estos acontecimientos. Un soporte que permita anclar en nuestros recuerdos todos estos acontecimientos y la voluntad y ... (ver texto completo)