La foto es de junio de 2004. Venía yo por ese camino de cabras del que se habla en la foto anterior, y me di de bruces con todo este verdor primaveral. Entre el verde del cereal y de los chopos parecía que estaba naciendo un pueblo a cuya cabeza estaba la torre chata de la iglesia. Me acorde de aquel pasaje tan injusto de Ortega y Gasset cuando dice lo de "ultimos habitantes de lo inhabitable", pero me acordé de la parte poetica, de lo de la aldeita naufraga en un mar de espigas y lo de la moza de pechos macizos y sensuales a la que llama "Nuestra Señora del Harnero" y que seguramente será la abuela de alguno de los supervivientes de Barcones. Tuve que parar el coche de la emoción y dejar constancia del momento. Pero mejor que te acerques y lo compruebes por ti mismo. Mejor si vienes en primavera o en otoño, pero puedes venir cuando quieras porque la gente de aquí todavía conserva la generosidad de las Hespañas más antiguas.
Ah, y Ortega no era más que un señorito de Madrid.
Ah, y Ortega no era más que un señorito de Madrid.