Interior de la
ermita de Carrascosa, donde se guardaba la imagen de la
virgen de Carrascosita y a la que se iba en
procesión por el mes de setiembre, con las majuelas maduras y a punto de vendimiarse las víñas que ocupaban todo el trayecto hasta Berlanga. Hoy, no solo han desaparecido todas las viñas en aras de la productividad cerealista, sino que la ermita ha sido abandonada, depredada y profanada. La imagen puede verse en la
colegiata de Berlanga.