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BERLANGA DE DUERO: SOLEDADES CASTELLANAS...

SOLEDADES CASTELLANAS
Este mes de agosto al pisar en Roales del Campo, Valladolid, cerca de Benavente y cerca de la provincia de León, pude comprobar esos campos solitarios, esas inmensas llanuras de Tierra de Campos, donde la soledad reina a diario, Ya tuve la suerte de hace años seguir el Camino de Santiago, por esas carreteras donde ni pueblos existen, solo llanuras y soledades, Este verano he pisado en distintas soledades, primero en Galicia, aunque allí de vez en cuando ves pazos o viviendas apartadas de otros lugares habitados, Más la soledad de esta meseta Castellana Leonesa, siempre me ha tocado vivirla de cerca, hoy hace una semana que recorrí diferentes lugares de Soria, la zona que va hacia Guadalajara, es un silencio que solo lo rompen las aves o algún avión que cruza, pasas por pueblos donde no ves a nadie, huertos abandonados, y rastrojos secos con sus dudas si podrán ser sembrados de nuevo, algún enebro que hace que no se podan muchos años, sin poder saber si es que siguen sin crecer o es que el abandono es total, La soledad te impone, piensas en algún momento si tuviera una avería en el automóvil donde podría ir, o llamar, al estar a veces sin cobertura telefónica, cruce pueblos donde no vi ninguna persona, solo Berlanga de Duero, como si fuera el testigo de esa tierra castellana, donde la emigración fue forzosa, al llegar la maquinaria agrícola, y hasta en sus calles estrechas no pude ver a nadie, solo en La Plaza en una terraza de una cafetería paramos, dentro no había ni una mujer, solo hombres, bueno la dueña del local que me atendió bien, y yo tuve que sacarme el café a esa mesa debajo de los soportales, donde un hombre de unos cincuenta años, me pidió permiso para hablar con El Triki el Podenco, yo le dije que tuviera cuidado, no hizo falta, el perro Triki se dejó acariciar y tocar en todo el cuerpo, sin ladrar ni un momento, era algo misterioso, Un acompañante de aquel hombre que era sudamericano, me comentó, no sé qué tendrá este hombre pero todos los perros le obedecen sin hacer nada raro. Luego le dijimos hasta pronto, y El Triki le levanto una mano para decirle lo mismo, hasta pronto, se ve que la soledad a los animales les da mucha tranquilidad y deben de pensar que la ciudad es todo lo contrario, aunque existen seres humanos que hoy se encuentran en una soledad absoluta, rodeados de grandes torres, y desean que alguien les cuente historias de donde sea, el caso es comunicarse con otros seres humanos. Las soledades del campo son enormes en la distancia, las soledades de las ciudades, hacen distantes a los seres humanos. G X Cantalapiedra. 15 – 9 – 2024.