Su iglesia dedicada a San Martín de Tours, aunque muy modificada en el siglo XVII, conserva de la primitiva románica, que era una de las más antiguas de Soria, los muros laterales y la galería porticada. En el muro S. Hay una cornisa sobre modillones de bolas y de rollos y en el se abre un pequeño ventanal enmarcado por una arquivolta sobre una pareja de columnas sobre capiteles bulbosos. También en este muro hay una de las portadas más suntuosas del románico soriano, que es fechable a finales del XI. Es muy abocinada y está encuadrada en un cuerpo resaltado de sillería rematado por una cornisa abilletada sobre canecillos de cabezas humanas tratadas con humor socarrón. Tiene cuatro arquivoltas de medio punto, la exterior de baquetón y las siguientes, de roléos bien trabajados, abilletada y plana. Descansan sobre jambas la interior y sobre tres pares de columnas con basas de garras e impostas abilletadas las restantes. Los capiteles son interesantes y están bien conservados, pero son muy primitivos: El de la izquierda es de hojas con bulbos, los dos siguientes de leones de tipo islámico, el cuarto un ángel llevando las riendas de un caballo paticorto sobre el que cabalga un personaje con una cruz en la mano derecha, en el quinto se ven dos parejas bailando vertiginosamente (dos rockeros) y el sexto también de hojas con bulbos. La galería, de la mitad del siglo XII, es también muy elegante y se conserva bien en su frente meridional. Es de siete arcos sobre podio corrido, el central en funciones de arco de ingreso. Los arcos dovelados y de medio punto apean sobre columnas de cuatro fustes, basas de garras, cimacios lisos y grandes capiteles que representan: Leones idénticos a los de la portada; Palmeras; Bulbos; Ondas; Palmetas; Esquemáticos caballos con la cola sobre el lomo; Cuatro gruesos bulbos; y unas anchas estrías.