Aquí tenemos a una de las enemigas de nuestras cinturas, una tia llamada "La Chus". Hay que joderse el empeño que tiene en que nos metamos un
cocido entre pecho y espalda cada vez que pisamos el
pueblo. Y como no nos gusta despreciar a nadie y somos agradecidos y obedientes pues a pecar. Un abrazo a casi todos