Con esto de las
fiestas viene un poco el desmadre en la
comida, en la bebida y en la.... bueno, dejemoslo ahí. Pero bien cierto es que algunos o algunas se pasan cuatro
pueblo. Y a las pruebas me remito, aquí tenemos a Tamara que se comió todos los restos de la comida popular y algo más. Si es que hay gente que no tiene límites. Y el caso es que de agosto a la
semana santa se ha tenido que meter unas sesiones de gimnasio descomunales, porque la vi muy mejorada. Tamara, que los excesos no son buenos.
... (ver texto completo)