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Mejores mensajes de BLACOS:
VIERNES SANTO, COMIDA Y DEVOCIÓN

“Los tiempos cambian una barbaridad” Es una frase vieja pero tan válida como el primer día, o incluso mucho más válida que la primera vez que se pronunció. Hubo un tiempo en el que la Semana Santa eran unos días de recogimiento y meditación. Bueno, para ser exactos, hubo mucho tiempo en el que se imponía que Semana Santa fuera un tiempo de recogimiento, meditación, tristeza y oración. Que aunque no sé muy bien el motivo, o no quiero saberlo, la oración siempre ... (ver texto completo)
Blacos Vaciado

La España Vaciada. Personalmente me parece que las intenciones están muy por encima del eslogan de la manifestación de este domingo en Madrid para denunciar la despoblación que sufren muchas zonas de España, entre ellas. y más que todas nuestra querida tierra soriana. Al hablar de vaciada parecer referirse a que ha habido una intención, una acción voluntaria de abandonar esta tierra, cuando la realidad, siempre, ha sido muy distinta. Ha sido precisamente la situación de esos pueblos ... (ver texto completo)
Día Mundial Síndrome de Down (Angelito)

Hoy se celebra el Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down, y coincide con el Día Mundial de la Poesía. La literatura poética se empeña en convertirse en prosa realista para defender los derechos de unas personas que nacieron con un cromosoma de más. Algo diminuto, pero que marca toda una vida y que decide la vida que van a vivir estas personas. Unas personas que son humilladas por los mezquinos, discriminadas por los imbéciles, ignoradas por los idiotas y casi siempre descartadas por los egoístas. Ni unos ni otros, probablemente han hecho nunca el esfuerzo de acercarse a una sola persona con down y tratar de conocer, compartir y comprender su mundo, que puede que sea distinto, diferente, peculiar, pero que no es peor que el de los que nos creemos normales, y hacemos de esa normalidad una barrera social o una trinchera bélica para que no la puedan cruzar. Y no sabemos que a ellos no les interesa excesivamente cruzar ningún obstáculo, porque bastante tienen con superar las trabas que se encuentran en su camino.
Ahora es un esfuerzo encomiable el de esas personas que luchan por sus derechos, exigen su igualdad y apuestan por la convivencia. Pero para muchos otros, entre los que me incluyo, esta situación ya la hemos visto, la hemos vivido y la hemos disfrutado. Yo, y muchos de los que lean esta carta, convivimos en un pueblo de Soria, en pleno auge de la oscuridad franquista, con Angelito, un chaval con síndrome down. Y puedo asegurar que desde el primer día entendimos que era uno más y más tarde descubrimos que era mejor que todos los demás. No se nos ocurrió reclamar sus derechos, porque los tenía, no reivindicamos su igualdad, porque la tenía, no pretendimos su compañía, porque él nos la daba a cambio de nada. Pero además de todo esto disfrutamos de un ser maravilloso, nos reímos con su natural sentido del humor, compartimos con él todo lo que teníamos para compartir. Estuvimos a su lado cuando nos necesitaba, lo guiamos por las sombras cuando buscaba la luz, lloramos con él sus penas con el mismo dolor, o más, con el que llorábamos las nuestras. Era nuestro compañero, nuestro amigo, nuestro cómplice, nuestro guardián, nuestra alma gemela. Nunca, nunca, se notó el peso de ese cromosoma, más allá de las exigencias que le impuso la naturaleza. Era un pueblo de esa Castilla profunda, al que no había llegado las envidia, los resentimientos, los desprecios y el odio que ahora es una moneda de cambio en cualquier lugar del planeta. Nosotros convertimos en normal algo que ahora se quiere tratar como extraordinario. Nosotros convertimos a un ser maravilloso en un maravilloso ser que no necesitaba que lo convirtieran en nada. Disfrutamos de una persona excepcional, pero que Angelito lo traducía en una persona normal como otra cualquiera. Yo era para él, “Jano Pona”, Alejandro el de Pamplona. Y me lo podía repetir después de un año entero sin vernos. En su memoria se guardaba uno de sus mayores tesoros, la fidelidad.
Es cierto, hoy es el Día Mundial del Síndrome de Down. Pero unos cuantos privilegiados no lo celebramos una vez al año, durante un tiempo lo celebramos todos los días de los años de nuestra vida. ... (ver texto completo)
Tú ya lo sabes

A estas alturas del calendario todos nos hacemos los sorprendidos por lo poco que queda para que caiga la última hoja. Y decimos esos de " si parece que fue ayer", cuando nos vimos en Seman Santa, cuando tiramos de bota en San Miguel o cuando nos disfrazamos con el disfraz de las fiestas de agosto. Nos atosiga el almanaque porque nos quedan muchas cosas por hacer. La cena de Nochevieja, la resaca de Año Nuevo, la expectación ante la llegada de los Reyes, el renovar la ilusión para ... (ver texto completo)
Aquellos hombres

Él dormitaba sentado sobre una silla de anea, muy cerca de la lumbre para combatir el rigor del otoño que se acercaba al invierno. A su vera, pegado a la pernera de su pantalón marrón de pana, y a menos de un metro de sus abarcas castigadas por el roce, el viejo porrón lleno del recio vino de Vadocondes. La boina no conseguía esconder una venda blanca que hacía juego con la escarcha de sus mechones cada vez más plateados, pero también cada vez más ralos y escasos. En la camisa ... (ver texto completo)
ViEJO OLMO DE MI PUEBLO viejo olmo de mi pueblo aquel en cuyas ramas se posaron mil y un aves. Viejo olmo centenario cuanta sombra nos as dado y cuanto nos as cobijado. Te veia cada mañana desde la ventana de mi habitacion. fuiste testigo mudo de mis andanzas de chiquillo y correriad de mayor. Viejo olmo de mi pueblo pesidiste cada acto, cada fiesta y procesion. contemplaste nacimientos, bodas, bautizos y al final la defuncion. cuanto podrian tus hojas secas decir de todo lo que an vivido. Recuerdas ... (ver texto completo)
El canto del gallo

Esta mañana he pasado al lado de un parque de Pamplona, en los fosos de la antigua muralla, que está lleno de animales. Hay ciervos, patos, gansos, y sobre todo gallinas, con su gallo mandón. Brillaba un sol espléndido pero era pronto y la temperatura se mantenía tibia. Y de repente me ha recordado a Blacos, algo que no es difícil porque durante toda mi vida hay multitud de imágenes y sonidos que siempre me transportan a mi pueblo. Y hoy me recordaba a aquellos años que Blacos ... (ver texto completo)
FELIZ NAVIDAD

Son fechas de más ilusión que realidad, son días de familia más que de amigos, son noches de más copas que sueño; son madrugadas de más frío que otra cosas. Sea por estos motivos o por otros, son fechas en las que todos, o casi todos, nos sentimos distintos: más generosos, más humanos, más solidarios, más buenos, y menos egoístas... o no
Sea de un u otra forma, son fechas de sentimientos sinceros, como el de desearos a todos una Navidad llena de alegría, salud y buenos propósitos. ... (ver texto completo)
Feliz Navidad para todos y espero que no se quede nadie congelado por esas tierras de dios.
Francisco, "el de la Nati"

Siempre se movía embozado detrás de una sonrisa de puertas abiertas. Reflejo seguro, de un carácter simpático y extrovertido, y pasaporte imprescindible para hacerse amigo de los del pueblo. Algo que consiguió desde el primer día y con mucha facilidad, porque era un hombre de los que se hacen querer. Afable, cordial, enormemente educado y de palabra fácil y entretenida. Virtudes suficientes para hilvanar esas tertulias interminables de los Blacos de agostodespuésdelasiesta.
Puede ... (ver texto completo)
Tic, tac, tic, tac......

Tic, tac, tic, tac… la manecilla del reloj parece que se limita a cumplir con su rutina horaria. Pero no, desde hace unos días el sonido del reloj suena igual, pero lo empezamos a notar distinto. Y esa diferencia la establece fundamentalmente la emoción. Ya hace calor, ya hay más chicos jugando en la plaza, ya hay más mayores a este lado de la barra de bar, y ya hay una mirada distinta en todos, pequeños y mayores. Hay que estar en Blacos o haber pasado por allí para darse ... (ver texto completo)
Título: Los días de invierno. Feliz Navidad

Durante mucho tiempo estuve enamorado de los días de invierno de Blacos. Esos días que siempre viajaban en barco de vela. Amanecían con la jarcia pegada a la niebla que peinaba la veleta de la ermita, y se movían taciturnos al albur del aire de hielo que siempre los acompañaba en esas mañanas esteparias. Viajaban despacio, acostados en la lentitud de un día más corto que dos noches, y con esa pereza ralentizada se acomodaban sobre la plaza lánguida, ... (ver texto completo)
Título: Al calor de la lumbre...16

En estos tiempos, en los que los "nevaditos" llegan a las cumbres y laderas de los Picos de Urbión, descubres que es el momento de acercarte de nuevo al calor de la lumbre y disfrutar de esos relámpagos que hace la llama y de esas sombras de fantasmas virtuales que dibuja en las paredes. Es el refugio de esas conversaciones que hacen que Blacos parezca el único lugar habitado en el mundo. Abrigados del frío entre las cuatro paredes, cerramos la puerta al resto ... (ver texto completo)
Muy buenas a todos:
llevo un tiempo pensando en escribir en el foro y por fin me he animado; para que me situeis soy el hijo pequeño de Maria Angeles y el nieto de la Maria y el Emiliano. Me encanta ver las fotos antiguas del pueblo, sobretodo la de los primeros años de las fiestas de agosto, y confieso que daría lo que fuera por meterme en la Luisa una noche de fiesta de aquellos años. Vuestras historias sobre el pueblo me apasionan y aunque no coincidimos en el tiempo, me siento muy identificado ... (ver texto completo)
Título: La plaga del Siglo XXI

En estos momentos hay en este país más de 800.000 personas que no recuerdan lo que han comido hace unas horas. Incluso muchas de ellas ni siquiera se acuerdan de si han comido o no. Buena parte de ellas no son capaces de recordar su nombre ni tampoco el nombre de los que están cada día a su lado. Son los más de ochocientos mil enfermos de Alzheimer. Son datos que se conocen en la celebración del Día Mundial del Alzheimer, una plaga que afecta ya a uno de cada cuatro hogares. Son números y por tanto se pueden acercar a la realidad con la frialdad que siempre se desprende de las cifras. Pero hay otros números tan preocupantes o más. Hoy hay millones de personas angustiadas, al borde de la depresión y caminando por el peligroso filo de la navaja de caer en una enfermedad que nace en el cuidado del enfermo. Son esos familiares que como me decía un conocido que cuida a su mujer con un alzheimer avanzado, " yo estoy viviendo la vida de ella, porque a ella ya se le ha olvidado vivir". Y esa es la cara oculta de esta enfermedad. Si es difícil vivir una vida, tener que vivir dos es un milagro que estos mártires hacen a diario. Al sufrimiento por la persona que tiene al lado se une el suyo, callado, abnegado, con una entrega absoluta. Pero es la mecha que alimenta una carga explosiva que, antes o después, acaba por detonar. Se pueden entregar hasta el último aliento, pero llega un momento que se dan cuenta que ya han dejado de vivir su propia vida para vivir la que le exige la necesidad de atender al enfermo que tiene al lado. Pero hay más números. Se calcula que el cuidado de un enfermo de Alzheimer supone un desembolso anual de más de 30.000 euros. Y muchos tienen que dejar de trabajar para atenderlos, lo que significa una desesperación que se suma a un estado latente de necesidad.

Y en el alzheimer quedan pocos resquicios para el optimismo. Se dice que cada uno da lo que recibe, pero aquí no se cumple ni mucho menos. Me consta que algunas personas que van a leer esto viven en esa situación. Y la única tranquilidad que pueden tener es que lo dan todo por el cuidado de su familiar enfermo, pero también tienen la seguridad de que no van a recibir nada a cambio. Tú puedes dar una parte de tu vida para cuidar a esa persona que te dio la vida, pero no tienes ninguna duda de que llega un momento en el que ella ya se ha olvidado que fue quien te trajo a este mundo, probablemente no sepa ya que es el mundo. En el cuidador del alzheimer la única certeza es la suya propia, la que interioriza uno mismo y lo lleva a la conclusión de que ha hecho todo lo que está en su mano, sin valorar nunca lo que se ha dejado en el camino. Si no es así, al final al cansancio, la depresión o la enfermedad, se une el sentimiento de culpabilidad que no se supera con ninguna medicina.

La Administración, tan rápida y eficiente siempre, se plantea ahora declarar al enfermo una discapacidad desde el momento en el que el médico hace el diagnóstico. ¡Impresionante!. Alguien puede no entender que es discapacitada una persona que no puede salir de la puerta de casa porque luego no va a saber volver, que no la puedes dejar sola porque no recuerda donde está el baño de casa, que mira a sus hijos y no los conoce, e incluso piensa que son unos extraños que se han colado en la cocina. Alguien puede no entender que es una persona discapacitada porque es capaz de cenar tres veces cada diez minutos, y diez minutos más tarde preguntar que cuando va a cenar. El alzheimer es una enfermedad incapacitante y discapacitante, porque el que lo sufre pierde la memoria, pierde la capacidad de comunicación y pierde cualquier autonomía que haya tenido en su vida. Y da igual que estuviera trabajando o no, porque desde ese momento hay otra u otras personas que tienen que hacer otro trabajo más, montones de trabajos más para suplir los que no puede hacer el enfermo.
Entonces, como casi siempre, surgen las iniciativas privadas. En Navarra está la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer. Tiene personal especializado que acude a los domicilios y presta su ayuda profesional a los enfermos pero también a sus cuidadores, a los que por fin se les da visibilidad y se les considera víctimas de la situación. El 66% de los enfermos viven en sus domicilios, con lo que el drama afecta a todos por igual. Yo diría que más a los cuidadores, que son los conscientes de todo el proceso de deterioro de sus familiares. Esto se puede resumir en una simple frase: El cuidador que necesita cuidados.

Hoy es el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad que como ya he contado en alguna ocasión, he vivido en mi propia casa, en mi propia familia. Y desde entonces asumí una deuda moral que me lleva a hablar siempre que puedo de esta enfermedad, y lo hago con un mensaje de esperanza, pero también de indignación. Se están dando pasos con medicamente que cronifiquen la enfermedad, pero se hace en el ámbito médico. En el social los pasos que se dan son tan cortos, que parece que no llevan a ninguna parte. Alguien debería entender de una vez que cuidar a un enfermo de alzheimer además de suponer una entrega absoluta, un esfuerzo sobrehumano y una abnegación impresionante, exige el cuidado y el amparo legal de los que lo hacen. Se puede decir que es una obligación familiar cuidar a un miembro de la familia enfermo. Pero también es una obligación del estado cuidar a los cuidadores, o como mínimo preocuparse de ellos y allanarles ese camino de espinas.

Pero el olvido se une al olvido. El mundo se olvida de esa persona, que no conoce, no recuerda, no habla... y de paso se olvida del cuidador que lo cuida que sufre la pérdida de la compañía, que a veces duele tanto como la pérdida de la memoria. No se me olvida, hoy es el Día Mundial del Alzheimer. ... (ver texto completo)