En fin, hay uno que siempre tiene que ser el campeón. Normalmente es por logros deportivos, por apuestas ganadas, y otras por el reconocimiento a esa madera de líder natural. Una madera tan dura, tan limpia y tan generosa que consigue el reconocimiento de los que se quedan un escalón por debajo en el podio. Y éste es el caso. Yo desconozco, y seguro que vosotros también, los méritos que ha hecho el ganador para ser señalado por el tercero. Pero es lo que sucede en esta foto. También puede ser que ... (ver texto completo)