A esta calle, bautizada como terraza por el ferroviario poeta, también se le conocía como " puerta de las Petras", y es el primer club social que yo conocí en Blacos. Allí se reunían las mujeres en las tardes de sol del invierno y recitaban la crónica diaria del pueblo. Algunas veces les acompañábamos los hijos al salir de la escuela, mientras merendábamos la rebanada de pan y, si había suerte, alguna onza de chocolate. Había días, después llegué a descubrir que siempre era en febrero, pasaba la...