A LA
ERMITA EN
PROCESION
Cuesta arriba y cuesta abajo, cuesta abajo y cuesta arriba, sorteando
piedras y cardos, soportando calores o fríos, los hombres con los
pendones, los chavales jugueteando y las mujeres cantando, íbamos detrás de la
Virgen contentos en procesión y las
campanas de la ermita nos recibían con pasión, todo sabía a
fiesta, todo era ilusión, todos estaban contentos los que iban y los que no.