Esta cocina, bueno hogar, que es en realidad su nombre, perdura así tal cual todavía hoy dia en Blacos. Esta situada entre la casa nueva del Alfonso y la de la tía Pepa. Estas historias congeladas en el tiempo me han dado siempre mucho que soñar, y como si fuera Pompeya me gusta pararme a imaginar a quienes fueron sus últimos moradores, trajinando en los quehaceres diarios, y que dejaron todo como si nunca se hubieran marchado.
Si alguien que lea este comentario y vea esta foto, conoce el nombre de cada parte y apeo de este hogar y algo de su historia, estaría bien que nos lo contara. Si quiere.

(5 de Abril de 2010)

A mi este año no me asusta el frío de Semana Santa, porque estoy preparado. Después de un amplio debate, mi familia y yo hemos decidido por mayoría recuperar las antiguas fuentes de calor. En este hogar, dulce hogar, tenemos previsto pasar las horas hasta que nos salgan cabras en las piernas, que para los que no lo sepan son unas manchas rojas que nacen cuando la piel está a punto de cocer por el calor de la lumbre. Y no creais que ha sido una decisión fácil. Como todos somos muy listos, unos decían...
Yo si recuerdo, cuando era crío, estar todos juntos hablando alrededor de la lumbre, en una cocina parecida a esta. Lo que no he escuchado hace muchos años es la canción de “La Sociedad”, ni la de “La quinta de mujeres”. Si alguien fuera tan amable.
Otra cosa que también recuerdo es que tocaban las campanas para todo, no recuerdo mucho los toques, pero me hacia mucha gracia uno que se hacia para que lloviera, que decía algo así:
Nublo Renublo Tente Nublo…….
¿Alguien mas lo recuerda?
Ya he...