Tuvo el detalle de elegir un día de fiesta para despedirse, y así poder reunir al mayor número de familiares y amigos en ese domingo de dolor sofocante. Y entre todos ellos seguro que había alguno que lo recordaba cada vez que se veía las marcas que tenía en la espinilla. Una muesca de ese lateral derecho eterno en el glorioso Valverde Fútbol Club. Sixto era un defensa recio, enemigo de los malabarismos, duro como el pedernal y casi siempre insuperable para los rivales. Era rápido, fuerte y contundente,...