La vista hipnotizada sobre el plato. Garbanzos con bacalao hasta el borde. A derecha e izquierda los cubiertos, y enfrente, cerrando el triángulo, el vaso de vino aderezado con un poco de gaseosa para hacer más suave el trago. También se admite agua, u otros refrescos. En la variedad está el gusto. Esto es lo que nos ofrece la mesa. Pero en las sillas hay algo más. Separados por la tenue frontera de una camisa, el día es casi de verano, se rozan diferentes mundos que el resto del...