Hola majos. Saludos a todos otra vez. Os voy a contar la historia de las fiestas de Agosto y algunas cosas mas.
Como ya sabréis las Fiestas Patronales de la Virgen de Valverde siempre han sido el ocho y el nueve de Septiembre, y la fecha era perfecta, pues ya todo el mundo había terminado de cosechar, y la fiesta era total. Pero la industrialización empezó y con ella la emigración a los núcleos industriales y el consiguiente abandono de los pueblos, entre ellos el de Blacos.
Agosto era el mes vacacional por excelencia, el pueblo, como muchos otros, se llenaba con todos los que se habían marchado a buscar fortuna a otras tierras. Algunos volvían altaneros mostrando a todos el fruto de sus éxitos, otros volvían melancólicos buscando el mimo y el cariño que allí lejos no conseguían encontrar, pero todos regresaban alegres a primeros de Agosto y se marchaban tristes y llorosos a finales.
Un buen día, y no voy a dar nombres por no herir, un grupo de blaquenses, de los huidos a buscar fortuna y más o menos vinculados a la plaza, me imagino que en una de esas largas y agradables noches de frescura y tertulia, tuvieron la idea de organizar unas fiestas en Agosto, para que las pudieran celebrar todos aquellos que pasaban las vacaciones en este mes y lógicamente en Septiembre no podían volver.
Pusieron manos a la obra, se anunciaron con un coche y un altavoz por todas las calles e incluso por los pueblos de alrededor y consiguieron dinero de la voluntad de todos para organizar esas primeras fiestas. A partir de ese año ya se crearon las bases y se puso como fecha el primer fin de semana del mes, nombrando cada año a una comisión que sería la encargada de organizarlas.
Como es lógico, no todo el mundo estaba de acuerdo con este cambio de fechas. La verdad que era un cambio brusco de tradiciones y podía parecer que imponían sus decisiones los que habían abandonado el pueblo a los que se habían quedado.
Creo que lo que estaba cambiando era el sentimiento y el pensamiento del pueblo, la ciudad le estaba ganando la batalla, le estaba robando los hijos y algo le decía que sólo se los devolvería en Agosto y esto había que celebrarlo.
Y esto es todo amigos. ¡AH! Y por supuesto yo me cago en la brutal industrialización en la despiadada despoblación y en la absurda y deshumanizadora globalización.
Como ya sabréis las Fiestas Patronales de la Virgen de Valverde siempre han sido el ocho y el nueve de Septiembre, y la fecha era perfecta, pues ya todo el mundo había terminado de cosechar, y la fiesta era total. Pero la industrialización empezó y con ella la emigración a los núcleos industriales y el consiguiente abandono de los pueblos, entre ellos el de Blacos.
Agosto era el mes vacacional por excelencia, el pueblo, como muchos otros, se llenaba con todos los que se habían marchado a buscar fortuna a otras tierras. Algunos volvían altaneros mostrando a todos el fruto de sus éxitos, otros volvían melancólicos buscando el mimo y el cariño que allí lejos no conseguían encontrar, pero todos regresaban alegres a primeros de Agosto y se marchaban tristes y llorosos a finales.
Un buen día, y no voy a dar nombres por no herir, un grupo de blaquenses, de los huidos a buscar fortuna y más o menos vinculados a la plaza, me imagino que en una de esas largas y agradables noches de frescura y tertulia, tuvieron la idea de organizar unas fiestas en Agosto, para que las pudieran celebrar todos aquellos que pasaban las vacaciones en este mes y lógicamente en Septiembre no podían volver.
Pusieron manos a la obra, se anunciaron con un coche y un altavoz por todas las calles e incluso por los pueblos de alrededor y consiguieron dinero de la voluntad de todos para organizar esas primeras fiestas. A partir de ese año ya se crearon las bases y se puso como fecha el primer fin de semana del mes, nombrando cada año a una comisión que sería la encargada de organizarlas.
Como es lógico, no todo el mundo estaba de acuerdo con este cambio de fechas. La verdad que era un cambio brusco de tradiciones y podía parecer que imponían sus decisiones los que habían abandonado el pueblo a los que se habían quedado.
Creo que lo que estaba cambiando era el sentimiento y el pensamiento del pueblo, la ciudad le estaba ganando la batalla, le estaba robando los hijos y algo le decía que sólo se los devolvería en Agosto y esto había que celebrarlo.
Y esto es todo amigos. ¡AH! Y por supuesto yo me cago en la brutal industrialización en la despiadada despoblación y en la absurda y deshumanizadora globalización.