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Desde que volví de las vacaciones en Blacos he seguido leyendo los mensajes y viendo las fotos de esta página y cada día estoy tentada a escribir, pero me da un poco de miedo caer en un tono excesivamente nostálgico ¡ese es el peligro de ver tantas fotos antiguas!. Creo que muchas personas de varias generaciones podríamos contar mil anécdotas divertidas de "aquellos maravillosos años". Yo no recuerdo que nunca nos aburriéramos. Teníamos muchas menos cosas que ahora, menos dinero para gastar, menos coches para ir de fiesta y menos años; pero, sobre todo, más ganas y tiempo para compartir. Muchos recordaréis las meriendas que hacíamos en el refugio, en el teleclub e, incluso, una multitudinaria (o así la recuerdo yo) en Calatañazor para celebrar que Alejandro había aprobado las oposiciones (¿en que año fue? ¿en el 84,85?). Cualquier excusa era buena para juntarse y pasarlo bien. ¿Os acordáis de cuántas meriendas se hacían a costa de los que pagaban "el piso"?.
Muchas cosas han cambiado desde entonces, algunas, imagino que para bien, pero otras, no estoy tan segura.
De lo que sí estoy segura es de que, todos nosotros, los que escribimos y muchos de los que solo nos leen, tenemos un sentimiento hacia Blacos que nos une por encima de las individualidades, de las diferencias generacionales y de las circunstancias de cada cual. ¿No sentís que os falta el aire cuando bajáis el temeroso y os vaís acercando a la venta? ¿No notáis que los metros que nos separan de la 122 nos conducen a otro mundo, nuestro mundo, nuestro pueblo? ¿No es Blacos algo más que un sitio? Creo que para la mayoría es muchos más.
Y como veo que estoy cayendo en la nostalgia, y no quería...
Un abrazo a todos.
Muchas cosas han cambiado desde entonces, algunas, imagino que para bien, pero otras, no estoy tan segura.
De lo que sí estoy segura es de que, todos nosotros, los que escribimos y muchos de los que solo nos leen, tenemos un sentimiento hacia Blacos que nos une por encima de las individualidades, de las diferencias generacionales y de las circunstancias de cada cual. ¿No sentís que os falta el aire cuando bajáis el temeroso y os vaís acercando a la venta? ¿No notáis que los metros que nos separan de la 122 nos conducen a otro mundo, nuestro mundo, nuestro pueblo? ¿No es Blacos algo más que un sitio? Creo que para la mayoría es muchos más.
Y como veo que estoy cayendo en la nostalgia, y no quería...
Un abrazo a todos.