Dicen que recordar es como volver a vivir, por eso recuerdo aún, con las lagunas del tiempo, cuando de críos hacíamos ruedas de hielo. En aquella época, bien porque éramos muy pequeños o por la costumbre, no ibamos al río. Nos bastaba con los pozos que había en el camino de la Fuente Negrilla, detrás de la casa de los Lafuente. Allí con mucha paciencia y bastante pericia conseguíamos cortar el hielo y darle una forma más o menos redondeada. Esto nos llevaba mucho tiempo. Luego le hacíamos un agujero en el centro y por ahí metíamos una horquilla de palo para guiarla y llevarla por todas las partes del pueblo. Cuando había suerte el invento duraba un buen rato, pero otras muchas por exceso de velocidad o por chocar con alguna piedra, se rompían a los pocos minutos de haberla cortado. Era una fanea sobre todo si se rompía a uno sólo, porque nadie iba con él al pozo a hacer una nueva y se tenía que aguantar viendo como se divertían los demás. Lo norrmal era hacerlas algo más pequeñas que una rueda de bicileta, pero a veces los mayores hacían algunas como ruedas de molino. Pasábamos un frío espantoso, yo en aquellos años no ví nunca a nadie con guantes, pero la experiencia debía ser buena porque repetiamos un invierno tras otro. Luego también estaban los aguafiestas y los listos que cuando veían la rueda nos decían que eso no era nada, que para ruedas de verdad las que hacían ellos antes cuando helaba tanto que se podía cruzar el río Abión con el carro cargado y tirado por un par de caballerías. Yo también he oído que en invierno los pastores pasaban con las ovejas por cualquier punto del río por encima del hielo. Seguro que en Bilbao pasaban los buques de carga por encima del hielo de la ría y se deslizaban hasta el puerto, pero en fin Soria no puede ponerse a esa altura. Y que conste que con esto no quiero meterme con mi primo. Y es que desde que habló bien de él. el Baraka hasta me manda fotos. Eso sí, todas de los mismos. Seguro que tiene de otros personajes y las está buscando porque es un chico serio y responsable donde los haya y si él ha dicho que me manda fotos, seguro que me las envía. Asi que no voy a hacer piña con las Gonzalito y yo no me voy a reir cuando hablen mal de él, lo defenderé como si fuera de mi sangre. Por cierto ahora que sin darme cuenta he vuelto a hablar de fotos debo darle las gracais a Serafín y a Rosalia y animarles a que sigan con ese esfuerzo. Ello lo verán recompesado. A mi, la verdad, me dan un poco de pena los que no mandan ninguna porque el día que sepan para que las queremos ya será tarde y entonces se arrepentirán. Así que mejor hacerlo ahora que aún hay tiempo. Ah, y esos fieles seguidores que nos leen aunque no escirben también pueden mandarlas, incluso esos incondicionales que tenemos en Torreblacos, que seguro que guardan alguna de recuerdo.Ánimo. Besos Baraka, majo.