Hoy, sin remedio, he tenido que volver a mi siquiatra. Le he contado lo que me pasa y me ha dicho que sufro una crisis de identidad por lo mucho que me ha afectado lo que dicen de mi en esta página. Me ha aconsejado que entre con mucho cuidado y que no me crea al pie de la letra todo lo que ponen porque puede que haya algo que no sea verdad. Le voy a hacer caso pero después de escribir este mensaje.
Esta mañana me he dado cuenta que necesitaba ayuda especializada cuando me he mirado al espejo y en él se reflejaba una rubia con un bolso marrón en el brazo. Al mirar hacia el suelo he visto unos zapatos de tacón y una carrera en las medias. El colmo ha sido cuando al levantar la cabeza he visto mis labios pintados de carmín y unas pestañas postizas que casi pegaban en el cristal. Me he asustado y he comenzado a hablar conmigo mismo como si fuera otra persona, como si una mujer hubiera poseído mi cuerpo y lo moviera a su antojo. Me he venido abajo definitivamente cuando desde el ascensor he creído oir a mi mujer que decía ¡Encarnaaaaa que te olvidas el móvil". En lugar de ir al trabajo me he ido directamente a la consulta. Voy a empezar inmediatamente la terapia. Lo primero que he hecho es borrar el email de mi primo el Baraka, principal causante de mis males. Esto me ha producido cierto alivio, hasta que he leído la carta de Juana y he caído de nuevo en el abismo. Yo creía que era una amiga y va y echa por el suelo mis poemas, esas obars maestras que escribía a la luz de la luna en noches de vino y rosas. Y encima tengo que aguantar que mi primo, el traidor, diga, y además lo diga públicamente, que yo puedo ser Juana con lo que la confusión ya es definitiva. Se supone que mi mujer es la que mejor me conoce y esta mañana creo que me ha llamado Encarna. Por favor no juguéis conmigo de esta manera. Yo siempre respondo de lo que escribo y me parece bien quien lo que hace con un seudónimo, bien sea por pudor o porque sólo así se atreve a decir lo que piensa o a escribir lo que escribe.
De todas formas confío en otra parte de la terapia. Mi siquiatra me ha dicho que mejoraría mucho mi autoestima y mi seguridad si estos amigos de la página, incluso los traidores, me mandaran fotos de manera regular y abundante. Dice que me harían mucho bien las de fiestas de agosto, aunque no descarta cualquier otra. Me asegura que sólo así me daré cuenta de que tengo más amigos de los que yo creía y que es en ellos en los que me tengo que apoyar y no en esos familiares que quieren convertirme en un juguete roto y en falso poetas de noches de luna y copas. Oye, si lo dice mi siquiatra algo sabrá, que para eso me ha dejado la cartera vacía.
P. d. Dirección para fotos: blacos2011@gmail. com
También las recogemos a domicilio en Semana Santa en Blacos para pasarlas por el escáner. Consejo de mi siquiatra. Gracias, voy aretocarme que se me ha corrido el rimel y tengo una reunión.
Esta mañana me he dado cuenta que necesitaba ayuda especializada cuando me he mirado al espejo y en él se reflejaba una rubia con un bolso marrón en el brazo. Al mirar hacia el suelo he visto unos zapatos de tacón y una carrera en las medias. El colmo ha sido cuando al levantar la cabeza he visto mis labios pintados de carmín y unas pestañas postizas que casi pegaban en el cristal. Me he asustado y he comenzado a hablar conmigo mismo como si fuera otra persona, como si una mujer hubiera poseído mi cuerpo y lo moviera a su antojo. Me he venido abajo definitivamente cuando desde el ascensor he creído oir a mi mujer que decía ¡Encarnaaaaa que te olvidas el móvil". En lugar de ir al trabajo me he ido directamente a la consulta. Voy a empezar inmediatamente la terapia. Lo primero que he hecho es borrar el email de mi primo el Baraka, principal causante de mis males. Esto me ha producido cierto alivio, hasta que he leído la carta de Juana y he caído de nuevo en el abismo. Yo creía que era una amiga y va y echa por el suelo mis poemas, esas obars maestras que escribía a la luz de la luna en noches de vino y rosas. Y encima tengo que aguantar que mi primo, el traidor, diga, y además lo diga públicamente, que yo puedo ser Juana con lo que la confusión ya es definitiva. Se supone que mi mujer es la que mejor me conoce y esta mañana creo que me ha llamado Encarna. Por favor no juguéis conmigo de esta manera. Yo siempre respondo de lo que escribo y me parece bien quien lo que hace con un seudónimo, bien sea por pudor o porque sólo así se atreve a decir lo que piensa o a escribir lo que escribe.
De todas formas confío en otra parte de la terapia. Mi siquiatra me ha dicho que mejoraría mucho mi autoestima y mi seguridad si estos amigos de la página, incluso los traidores, me mandaran fotos de manera regular y abundante. Dice que me harían mucho bien las de fiestas de agosto, aunque no descarta cualquier otra. Me asegura que sólo así me daré cuenta de que tengo más amigos de los que yo creía y que es en ellos en los que me tengo que apoyar y no en esos familiares que quieren convertirme en un juguete roto y en falso poetas de noches de luna y copas. Oye, si lo dice mi siquiatra algo sabrá, que para eso me ha dejado la cartera vacía.
P. d. Dirección para fotos: blacos2011@gmail. com
También las recogemos a domicilio en Semana Santa en Blacos para pasarlas por el escáner. Consejo de mi siquiatra. Gracias, voy aretocarme que se me ha corrido el rimel y tengo una reunión.