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BLACOS: Esto del cocido popular de la Txus a mi al menos me...

Esto del cocido popular de la Txus a mi al menos me ha dado mucho que pensar. Y digo yo, que como está el mundo, todo en crisis, sin ilusión, sin animo, sin ná de ná, podías pensar seriamente en hacer un cocido popular para los 350 que nos reunimos en la fiesta. Total, no puede haber mucha diferencia, porque quien es capaz de cocinar para quince o veinte bien lo puede hacer para trescientos o trescientos cincuenta. Sólo hay que echar más cantidad ¿no?. Ni que decir tiene que la recompensa sería inmensa sobre todo por parte de los pobres de la Comisión de Fiestas que vemos la que nos va a caer encima. No tengo que decirte tampoco que si lo haces tendrás tu propia página en la historia de Blacos, y nosotros los de la Comisión nos comprometemos a que estampes tu firma en el libro de honor del pueblo, algo que como bien sabes no está al alcance de todos. Por nuestra parte te propondremos para ser hija predilecta de Blacos y nos comprometemos a hablar con el alcalde para que ponga tu nombre a una calle, ¡que digo a una calle!, que le ponga tu nombre a la plaza del pueblo. Hasta estamos dispuestos a pagar de nuestro bolsillo los tornillos para sujetar la placa y mantenerla limpia y brillante todos los días. Para evitar celos, la placa es mejor que la compre el Ayuntamiento para que tu nombramiento sea oficial.
Además de este reconocimiento internacional, de un valor incalculable, también estamos dispuestos a colaborar, como no podía ser de otra forma. Por ejemplo, los entrantes ya los ponemos nosotros. Podían ser a base de tortillas de patatas en las que el Vicente es un maestro artesano. Además en la huerta tiene de todo, sólo le faltan ¿huevos? Está acostumbrado a hacer tortillas como las ruedas del tractor, a base de una receta que heredó de su madre y que se la tragó después de aprendérsela de memoria para evitar falsificadores. Hasta les pone código de barras y luego las firma. Después mi hermano Luís te puede dejar un gorro de cocinero que le da cierto empaque a la vestimenta y además según me contó un día, con ese gorro salen los platos sólos y con una calidad y un gusto que ya quisiera para sí Ferran Adriá o el mísmisimo Juan Martín. También podemos poner a un cortador de jamón, es un pata negra, que ha estudiado en las mejores escuelas de Guijuelo y Jabugo y que desliza el cuchillo con una precisión de relojero, es el Eduardo que en sus tiempos libres se dedica a la albañilería. Luego tenemos un hombre todoterreno que igual hace la lista del meú, que lo compra, que lo cocina y que se lo come, es Iñaki un experto en el marketing gastronómico y siempre con unas ganas bárbaras de cooperar en lo que sea. Después añadimos "los exóticos", Rosalía y Serafín que nos traen los mejores productos del Jerte y esos dulces extremeños que a la hora del postre nos los van a quitar de las manos. Todo esto necesita de una buena labor de publicidad, sobre todo del boca a boca para que todo el mundo se entere y nadie se despiste y llegue tarde a la comida. No puede ser otro que el Miguel que después de vender arena en el desierto, esto es para él pan comido. Y puedes estar segura que delante de él nadie va a criticar el cocido.
Y por último, y no los menos importantes, estamos los arquitectos de la comida, los que hemos tenido que sacrificar nuestro exquisito gusto por la gastronomía y hacer las tareas más penosas. Ahí entra lo de poner las mesas y las sillas y colocar los platos y los cubiertos. Todo impoluto, perfectamente ordenado, cada cosa en su sitio. Es una tarea de mucha responsabilidad porque el tenedor ocupando el lugar de la cuchara o la servilleta doblada en los bordes, puede arruinar la fiesta. Pero no os preocupéis, somos expertos. Tanto Sixto como yo estamos acostumbrados a trabajar bajo presión y somos capaces de mantener la tranquilidad ante cualquier situación de estres. Sabemos que nuestro trabajo es imprecsindible y de escaso reconocimiento pero que sepáis que estamos dispuestos. Además con Sixto se hace más llevadero, porque siempre está a la última en los chascarrillo, en todo eso que "esta ya zunzurrido".
Yo creo Txus, que con esta organización y disposición no te puedes negar. Está de sobra decirte que si falta algo para el cocido ya lo pondremos nosotros, que tampoco es cuestión de que además de que hagas la comida, tengas que poner tú todos los ingredientes. Pero, bueno, esta parte la haremos sólo si es imprecsindible. Joé... ya veo debajo de mi balcón una placa que dice " Plaza de la Txus. Cocinera Ilustre.". Si quieres lo podemos poner en varios idiomas, por eso del turismo ya sabes. No me digas que no estas deseando eh? Pero tampoco lo digas con mucho entusiamos, más que nada para que no parezca tan fácil. Un beso y esperamos ansiosos tu respuesta.